Alberto Quiles se ha convertido por méritos propios en el nuevo líder del Decano; la mejoría experimentada por el equipo el domingo ante el líder San Fernando quedó personificada en su figura.

Si hay un jugador de la plantilla al que le ha sentado especialmente bien el cambio de técnico es al atacante onubense. Quiles era un secundario de lujo en la etapa de Claudio Barragán, que le asignó el papel de revulsivo sin confiar en él como titular. Quiles tocó fondo en Algeciras, en el último encuentro del técnico valenciano en el banquillo del Decano, cuando entró en el terreno de juego en el minuto 89 junto a Morcillo con todo ya decidido (3-1 y con el conjunto onubense jugando con dos menos por las expulsiones de Madrigal y Szymanowski).

A partir de ahí llegó Calle y también aire nuevo para el delantero onubense, que va a más cada jornada. En los cuatro últimos partidos lleva 4 goles para un total de 7 en lo que llevamos de temporada, lo que le convierte en el segundo máximo realizador del subgrupo tras Pito Camacho (Balona) que lleva 8. Además, los dos tantos en el encuentro aplazado ante el San Fernando le convierten en el futbolista más efectivo entre los grandes goleadores de la Segunda División B, con 7 tantos en 641 minutos, con un gol cada 91,5, siendo el único de la categoría de bronce que necesita menos de 100 minutos para marcar.

Ha recuperado la confianza, no tiene miedo a fallar (el domingo realizó varias acciones en las que desbordó con facilidad) y está cerca de su mejor versión. Este miércoles, en el último partido aplazado que le resta al Decano (visita a Las Palmas Atlético), Quiles tendrá una nueva ocasión de incrementar su cuenta goleadora y confirmar que el equipo ha encontrado ya a su referente.