Vuelve el fútbol, el de verdad. El Recreativo regresa a la Liga después de varios meses de forzado parón por culpa del Coronavirus. El conjunto de Claudio Barragán ha completado una pretemporada irregular, que finalizó en alerta tras la derrota en Torredonjimeno en la Copa Federación. Vaya por delante que el Recre no quería distracciones en un año que se antoja fundamental para el futuro del fútbol español.

La creación de la Segunda B Pro pone al Decano en la obligación de pelear por mantenerse en el tercer escalón del fútbol español. La nueva categoría favorecerá la normalización económica de la entidad, y eso lo sabe de sobra el vestuario albiazul, concienciado de la trascendencia del año.

Para comenzar con una sonrisa, el Recreativo deberá asaltar El Palmar, un campo complicado, que no se le da del todo mal al combinado recreativista, que empató la temporada pasada y que goleó hace dos ejercicios. Eso sí, el Atlético Sanluqueño también se ha reforzado con la intención de pelear por la zona noble, apostando por la veteranía en ataque, con la presencia de Güiza, Álex Geijo y Cervero. También dos exrecreativistas con pasado albiazul reciente han desembarcado en la tierra de la manzanilla, Alfonso y Marc Caballé.

En la previa Claudio avisó que su principal preocupación es que el Recreativo esté al nivel que se le presupone, más que el potencial del Atlético Sanluqueño, mientras que el técnico del cuadro gaditano, otro exalbiazul, Romerito; sí que ha indicado que el Decano es un equipo “que está bien trabajado”. Con un pensamiento, o con otro, lo cierto es que los tres puntos son fundamentales, no solo para reforzar la moral y la fe en lo que se hace, sino porque la Liga es extremadamente corta y cada punto tiene su peso en oro.