El verdadero rostro de Colón, su diario de viaje y una virgen coronada por Juan Pablo II, secretos por descubrir en el Monasterio de La Rábida

Cristóbal Colón se hospedó en el monasterio antes de iniciar su salida y, de hecho, Martín Alonso Pinzón se encuentra enterrado allí mismo, bajo el altar de la Iglesia

El Monasterio de La Rábida, un viaje en el tiempo hasta la época de Colón: el guardián franciscano que lo custodia y la historia de sus orígenes

Las mejores imágenes de un monumento que es cuna del Descubrimiento

Monasterio Santa María de La Rábida: un viaje visual por su historia y arquitectura
Monasterio Santa María de La Rábida: un viaje visual por su historia y arquitectura / Alberto Domínguez

Entrar en el Monasterio de La Rábida es mucho más que conocer un monumento. Es desenterrar recuerdos en forma de imágenes, grabados y vestigios que cuentan la historia de quienes formaron parte de una de las mayores aventuras de la humanidad: el descubrimiento del nuevo mundo.

Cristóbal Colón se hospedó en el monasterio antes de iniciar su salida y, de hecho, Martín Alonso Pinzón se encuentra enterrado allí mismo, bajo el altar de la Iglesia. Otras figuras relevantes en la historia siguieron el ejemplo de Colón y se alojaron en el mismo enclave, como Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval y Francisco Pizarro. También acudieron a él religiosos que decidieron ir a evangelizar el territorio americano, por ejemplo, fray Juan de Palos o fray Juan Izquierdo. Por ello, el monasterio forma parte del célebre itinerario histórico y artístico de los Lugares Colombinos.

Nada más entrar en el Monasterio de La Rábida el visitante encuentra una obra pictórica que hace mención a la visita del Papa Juan Pablo II en el año 1993, cuando la Virgen de los Milagros fue coronada canónicamente (la única virgen coronada por un Papa).

Explican desde la Sociedad Colombina Onubense que Daniel Vázquez Díaz, de Nerva, "tuvo la ilusión de ir al Monasterio a a hacer un un mural, algo alegórico, sobre el descubrimiento de América. Y, entonces, hizo lo que lo que se llama el Poema del descubrimiento. Mientras lo realizó se hospedó en la casa de Zenobia, desde un 12 de octubre hasta un 3 de agosto, dos fechas que son muy señaladas, rememorando los días en los que se descubrió América y cuando partieron las carabelas".

El Poema del descubrimiento se puede observar en una de las primeras salas del monasterio, compuesta por un conjunto de lienzos en los que se ve a Cristóbal Colón y otras caras de la época que vivían en Palos o que fueron referentes en el ámbito cultural de la época. Por ejemplo, entre las imágenes se observa a Ortega y Gasset, a Rubén Darío o a Juan Ramón Jiménez, que era socio de la Colombina y también contribuyó económicamente junto con miembros de la Junta para para que se realizaran estas obras.

Más adelante, el visitante encuentra el Claustro de las Flores, (con simbólicos cuadros de Juan Manuel Núñez) que era el claustro de la hospedería, con habitaciones donde se quedaba la gente en ese momento y donde históricamente (o por la tradición) se dice que se llegó a alojar Colón. "El lugar exacto donde durmió Colón hoy en día se ha reconvertido en una biblioteca preciosa", explica el presidente de la Colombina.

Monasterio Santa María de La Rábida: un viaje visual por su historia y arquitectura
Monasterio Santa María de La Rábida: un viaje visual por su historia y arquitectura / Alberto Domínguez

Continuando, aparece una de las estancias más señeras del monasterio: el claustro mudéjar. La parte más antigua del edificio, "porque en el siglo XVIII con el terremoto de Lisboa el claustro de las flores quedó muy dañado y la parte de arriba también, pero esto se quedó en pie". En esta parte es donde vivían los frailes.

A continuación, la sala de confesión. Si todo el monasterio es la cuna del descubrimiento de América, esta habitación es conocida como el Belén de América, "donde el padre Marchena y Colón discutirían, hablarían mostrando proyectos, afinando mucho, hasta dar forma al proyecto del descubrimiento". Como curiosidad, en la estancia se encuentra el diario de viaje de Colón.

Más adelante, los visitantes se toparán con una estancia en la que podrán descubrir la recreación de las naves que fueron al descubrimiento de América en maqueta. Y al final, desvela Eugenio Toro, representante de la Colombina, se puede observar una talla de lo que parece ser el rostro de Cristóbal Colón, "la imagen más fidedigna de lo que se describe de él, ya que nunca se le dibujó mientras vivía".

Rostro de Cristóbal Colón
Rostro de Cristóbal Colón / Alberto Domínguez

Y a continuación, el corazón del monasterio: la iglesia con la famosa Capilla de Nuestra Señora de La Rábida o de los Milagros. Según la leyenda, fue llevada hasta allí por un marinero, pero con la conquista árabe fue escondida en la ría de Huelva, de donde fue rescatada por unos pescadores, que la devolvieron al monasterio. Se cree que Colón y su tripulación se pararon a orar frente a ella antes de partir a su expedición.

Pero si hay algo que no puede perderse aquel que se adentre en este icónico munumento es la Sala Colombina o de las banderas, donde se hayan 24 banderas traídas en exclusiva por cada una de las repúblicas lationamericanas, así como de otros países como EE.UU. en señal de hermandad con La Rábida y la historia entre "los dos mundos".

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