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Un valverdeño recrea la historia de la Legión en un homenaje a los tercios

  • José Parreño Otero construye un fuerte en el Sáhara español en la década de los 70 formado por muñecos y material reciclado para conmemorar los 100 años del cuerpo

José Parreño en el espacio en el que ha instalado la réplica del fuerte de la Legión.

José Parreño en el espacio en el que ha instalado la réplica del fuerte de la Legión. / Javier Monterroso (Valverde del Camino)

La admiración y el respeto que el valverdeño José Parreño Otero le profesa a la Legión le sirvió de inspiración en la construcción de una recreación de un fuerte en el Sáhara español durante la década de los años 70, como homenaje particular por los 100 años que cumplirá este cuerpo militar el próximo 20 de septiembre.

Este proyecto se inició tras vestir a un muñeco de legionario: “Le puse el uniforme y le hice un pórtico. Luego, le saqué una foto, me gustó y pensé en profundizarlo, dando como resultado este pequeño destacamento”, asegura el autor, quien explica que la escena “corresponde al tercer tercio de la Legión Española, en concreto a la octava y a la trece bandera”.

Toda la maqueta está basada en fotografías de la época, lo más similar posible. Parreño tiene repartidos por este fuerte legionario a 50 hombres. Todo el material utilizado es reciclado a base de plásticos, cartones, maderas, envases, latas o telas. Estas últimas, cosidas por él mismo. “Lo único original son los muñecos, que pertenecían a mis hijos”.

El valverdeño lleva dos otoños inmerso en este sueño y tiene intención de continuar: “Aquí he jugado, que era mi objetivo. Me siento realizado. Quiero seguir divirtiéndome, ampliándolo. Esta es mi pequeña aportación a un cuerpo centenario al que admiro desde niño y al que creo que tenemos que tenerle mucha gratitud y respeto”. Entre todas las dependencias, Parreño tiene predilección por el pórtico de entrada y salida, aunque también le gusta la edificación con curva catenaria muy típica de la época y que se distribuye por uno de los extremos del patio. “Tengo que mejorar algunos rincones y crear otros espacios, como una torre de agua”, cuenta ilusionado, mientras matiza que eran los propios legionarios con sus manos los que levantaban el fuerte en aquellos tiempos.

Y como todo grupo legionario, no podía faltar la cabra. “A diferencia de lo que se piensa, la cabra es un macho, no es una hembra. La presencia de una mascota es una costumbre de los tercios. Con el tiempo, ha habido monos, perros, cabras u osos. Cada bandera tiene su propia mascota, a la que cuidan como un miembro más del cuerpo”. Parreño tiene instalado este fuerte en una propiedad familiar, aunque invita a visitarlo a todo aquel que quiera hacerlo.

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