Los regantes se rebelan por un tarifazo que costará 2,2 millones de euros al año

Las organizaciones agrarias se suman a la movilización del próximo 26 convocada por Feragua y Corehu en Sevilla Exigen tarifas adaptadas a la potencia necesaria en cada momento del año

Representantes de los regantes y de las organizaciones agrarias de Huelva, antes de comenzar la rueda de prensa de ayer.
Mireia Humanes Huelva

19 de febrero 2014 - 05:01

La próxima subida del recibo de la luz afectará a todos por igual pero no tendrá las mismas consecuencias para todo el mundo. En el caso de la agricultura y más concretamente, para el regadío, -absolutamente dependiente de la energía eléctrica sobre todo desde la modernización de los sistemas de riego-, el llamado tarifazo amenaza, según los representantes del sector, con acabar con muchas explotaciones y más de una comunidad de regantes. Estas y aquellas no podrán asumir un nuevo incremento de los costes fijos que viene a sumarse a una subida "continuada" de la tarifa eléctrica "de más del 80% en el último lustro, con un incremento de los costes fijos superior al 1000% en muchas zonas regables".

En Huelva, como explicaron ayer Margarita Bustamante, presidenta de Feragua; Juan Antonio Millán, representante de la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva(Corehu), que engloba a 13 comunidades; y Manuel Santana, presidente de la Comunidad de Regantes del Piedras-Guadiana, el tarifazo costará más de 2,2 millones de euros anuales al regadío, -que da trabajo a más de 11.000 personas y factura más de 550 millones de euros-, "abocándolo a un futuro insostenible".

"Ya no podemos aguantar esta presión", lamentó Margarita Bustamante. "Los gastos fijos se nos vienen encima y tenemos una gran falta de competitividad", explicó durante la rueda de prensa, en la que se anunció una concentración ante la sede de la Delegación del Gobierno en Sevilla. Será el próximo 26 de febrero y a la iniciativa de los regantes se han sumado, en el caso de Huelva, Asaja, Coag, UPA, Faeca, la Asociación de Citricultores y Freshuelva.

"Somos el país de Europa que tiene la energía más cara y desde que se liberalizó el comercio eléctrico en 2008 esto ha ido a peor", recordó Bustamante, quien también se quejó de la falta de respuestas del Gobierno central, al que han trasladado su problemática en diversas ocasiones. "Hemos mantenido cierta relación con el Ministerio de Industria pero la verdad es que ellos no son conscientes del tema que tenemos y no nos ofrecen ninguna solución, solo nos dicen que lo están estudiando y ya nos hemos cansado de que lo estudien".

A la concentración llevarán un documento elaborado de forma conjunta a través de Fenacore, la Federación Nacional de Regantes, en el que, entre otras medidas, se piden medidas como un IVA profesional o reducido, apoyo para generar energías renovables de autoconsumo y, sobre todo, una factura que no les obligue a pagar todo el año un término de potencia (el más alto) que sólo necesitan unos meses.

"El problema fundamental -explicó Manuel Santana- es que la distribución del coste energético se hace en términos de consumo y en términos de potencia, que viene a suponer el 40% del coste total que soportan los regantes. A la hora de poder contratar la potencia se hace en base al máximo consumo de potencia que tenemos en el año, unas puntas que se producen, por ejemplo en los cítricos, en el mes de julio, y nos vemos obligados a contratar todo el año esa cuota de potencia aún cuando sabemos que cuando llegue enero o febrero no vamos a gastar prácticamente nada. Esa es la diferencia que hay con otros sectores como la industria, que tiene mayor estabilidad", ejemplificó el presidente de los regantes del Piedras-Guadiana. Es por esto que el tarifazo representará para los regantes un 20% de subida media; para las comunidades de regantes, que son las que bombean más agua, alrededor de un 40% y sin embargo, a la industria no le supondrá ni un 3%, según datos de los convocantes.

"Habrá comunidades de regantes que no podrán afrontar la subida y dejarán de pagar y entonces les cortarán la luz y no podrán regar", algo que ya ha ocurrido en distintos puntos de Andalucía, según Bustamante.

Fernando Sánchez, gerente de la Comunidad de Regantes de Palos de la Frontera, aporta datos contantes y sonantes: "Hemos pasado de pagar 90.000 euros en la campaña 2012-2013 a pagar 120.000 en esta", algo que, a juicio de Millán, provoca una "incertidumbre total" y que muchas explotaciones se planteen si siguen o no cultivando para la siguiente campaña.

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