El proyecto de estabilización de Isla Canela estará listo el próximo año
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El plan se encuentra en tramitación ambiental y se espera que tras el verano se puedan concretar las actuaciones El subdelegado se reúne con los hoteleros para analizar el estado de las playas

En un año estará listará listo el proyecto con el que se pretende frenar la erosión que históricamente sufre la playa de Isla Canela. Tras barajar varias opciones, el Gobierno de España optó por la construcción de dos espigones perpendiculares a la costa, que podrán ser complementados, en su momento, con la ejecución de una serie de diques exentos cuya necesidad (según se especifica en el documento técnico) se valorará según evolucione la playa cuando se hayan construido los espigones.
La función de los espigones es impedir el desplazamiento lateral de los sedimentos depositados en el tramo central de la isla. Los diques exentos que habrían de añadirse más adelante servirían para proteger la costa y generar una acumulación de arena. Sin embargo, tampoco esta solución es perfecta: el equipo de técnicos que ha elaborado el proyecto advierte que la erosión seguirá produciéndose aunque con menor intensidad, y que los diques exentos, en caso de construirse, necesitarán un mantenimiento periódico para paliar la pérdida de apoyo ocasionado por la propia erosión del fondo.
El proyecto de estabilización se encuentra actualmente en tramitación ambiental, según pudo saber Huelva Información, y estará concluido en 2017. Así se lo comunicó el subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera, al sector hotelero de la provincia, con el que se reunió (tras dos intentos previos fallidos) para analizar el estado de las playas de cara a la temporada estival, tras los daños provocados por las fuertes lluvias de mayo. Una vez más, el subdelegado garantizó que antes del 1 de julio estarán concluidos los trabajos de regeneración de la arena que supondrán movilizar 41.850 metros cúbicos de arena, que equivalen a 4.200 camiones cargados de arena.
Las zonas del litoral están permanentemente expuestas a la acción de los fenómenos climáticos y a otras eventualidades, en muchos casos naturales, pero en otras muchas también provocadas por la acción del ser humano. Es el caso de la playa de Isla Canela, que durante los años 80 sufrió bruscos retrocesos en su superficie como consecuencia de los cambios provocados por la rectificación artificial de la desembocadura del río Guadiana entre 1974 y 1976. La construcción de un nuevo encauzamiento derivó en el traslado de la zona de depósito de aportes hacia el oeste, con lo que el antiguo delta sumergido del río comenzó a erosionarse a un ritmo de entre 300.000 y 400.000 m(3) al año, mientras que en la salida del río se formó un nuevo delta a una velocidad de 145.000 m(3) al año. La playa de Isla Canela llegó a perder así, entre 1981 y 1988, hasta 120 metros de anchura.
El Ejecutivo llegó a valorar hasta cinco opciones para solucionar la erosión que sufre la playa. Aunque en la actualidad el ritmo de erosión ya no es tan rápido, ésta prosigue en ciertos puntos mientras que en otros se acumulan los aportes.
Para tratar de frenar el cambio constante que sufre este entorno costero, el Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), ha desarrollado el Proyecto de Estabilización de la Playa de Isla Canela.
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