El presunto autor del tiroteo del Parque Central, a prisión en Portugal

Tras más de tres meses de incertidumbre sobre su paradero, el ciudadano portugués al que se atribuyen los disparos realizados en la isleña avenida del Carnaval el pasado 18 de junio -que hirieron a un joven- ha sido localizado por la Policía lusa en el país vecino.

Según las fuentes policiales consultadas por Huelva Información, la detención del supuesto pistolero se produjo hace apenas unos días en su país de origen, donde también se había ordenado su busca y captura. La Guardia Civil de Huelva precisó a este diario que Portugal lo reclamaba por "hechos similares" y que la Justicia lusa ha ordenado de inmediato su ingreso en prisión, adonde permanece a día de hoy. Este rotativo ha podido saber que el presunto autor de los disparos llevaba tiempo afincado en Isla Cristina, en donde incluso convivía con su pareja, vecina de la localidad. Es decir, que había decidido refugiarse de las autoridades portuguesas en la costa onubense.

El equipo de Policía Judicial de la Benemérita en Ayamonte sospechó desde un primer momento que el joven, del que no han trascendido ni el nombre ni la edad por el momento, había huido a su país de origen en coche, teniendo en cuenta que la frontera portuguesa está a apenas 20 minutos de Isla Cristina y que en ese territorio acaba la jurisdicción de la Guardia Civil. Ahora será el juez de Ayamonte encargado del caso el que estudiará si solicita formalmente o no a las autoridades portuguesas la extradición del fugado - a través de un suplicatorio- para que responda en España por el tiroteo de Isla.

Los hechos ocurrieron el 18 de junio a mediodía. Uno de los integrantes de una pandilla juvenil que se había reunido ante el portal del número 23 de la avenida del Carnaval, frente al Parque Central, y el presunto autor de los disparos se enfrentaron por "un vacile", según el Instituto Armado, que casi acaba en tragedia. Este "pulso chulesco" llevó al luso a montarse en su vehículo, un Mercedes negro, y emprenderla a tiros con el grupo.

Las víctimas narraron entonces a este diario que eran las 14:10 cuando vieron aparecer por la avenida un vehículo que iba a toda velocidad (desde el colegio del Carmen hacia el instituto Padre Miravent y en plena hora de salida del alumnado) cuyo conductor sacaba un arma por la ventanilla y descerrajaba una decena de tiros sobre el grupo. Los chicos se arrojaron al suelo, parapetados tras el coche de otro de ellos, en Audi blanco y negro que se llevó un mínimo de cuatro impactos.

Uno de ellos resultó herido en un pie. Afortunadamente, el arma disparada por el fugado era de pequeño calibre, lo que evitó que las heridas fueran de mayor consideración.