Unos padres buscan el implante coclear de su hijo, robado en la playa de La Antilla: "Cuesta casi 14.000 euros y no puede escuchar nada sin él"

La familia pide que si alguien lo encuentra lo devuelva a las autoridades: "Estaba en una caja circular negra de rosca y dentro de una mochila roja"

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Martín con su implante coclear. / M.G.

Julián Guerra y su familia busca desesperadamente un implante coclear que ha desaparecido este miércoles a plena luz del día en la playa de La Antilla, a la altura de Santa Pura. Lo que apuntaba a ser una jornada de diversión con amigos y familia para Martín, se ha acabado convirtiendo en una angustiosa búsqueda por encontrar el dispositivo, que aunque pequeño, es completamente necesario para que pueda volver a escuchar.

Según cuenta su padre, Martín se encontraba por la mañana jugando en la playa junto a unos amigos. "Mi hijo llevaba una mochila y el resto de niños metieron el móvil en ella para poder seguir jugando", añade. De repente, cuando quisieron darse cuenta, nadie la localizaba. "Parece ser que alguien ha visto que metían los móviles en ella y se han llevado la mochila", lamentaba.

Añadía que se trata de un implante "muy caro", que puede llegar a costar cerca de 14.000 euros. "Entre la antena y la batería, roza los 13.800. Estaba en una caja circular negra de rosca y dentro de una mochila roja".

Muestra del implante compartido por Julián a través de redes sociales. / M.G.

Tras darse cuenta de que móviles e implante habían desaparecido, intentaron localizar los teléfonos a través del geo localizador. "Dos de los móviles se habían apagado y el tercero de ellos avisaba de que podía estar en la otra punta de La Antilla, pero tampoco tardó en apagarse".

Desde la familia, que vive con agonía las horas posteriores al suceso, aseguran que sin él Martín "no puede oír" y piden que si alguien lo localiza lo devuelva a las autoridades de la zona, que se encuentran al tanto de la situación. "Hemos denunciado a la Guardia Civil y tenemos esperanzas, pero de momento no hay más noticias", añadían.

Confían en que, gracias a la visibilidad y a los vecinos, aparezca el aparato tan necesario para su hijo y recuerdan que se trata de "un aparato que no le sirve a nadie más en el mundo, por lo que no puede venderse". Desesperados, han difundido la información por distintas vías, entre ellas grupos de Facebook o medios de comunicación en los que ruegan colaboración. "Si alguien lo ve, que lo devuelva, por ejemplo en el Talliskón o se ponga en contacto conmigo".

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