Turismo

La ocupación hotelera llegará al 85% a partir del Miércoles Santo

  • El sector remonta el vuelo y afronta con optimismo la temporada alta sin dejar de mirar el tiempo

  • El turismo de naturaleza lanza el lleno en la oferta de servicios turísticos adicionales

Visitantes portugueses llegados el lunes a Punta Umbría para un festival estudiantil.

Visitantes portugueses llegados el lunes a Punta Umbría para un festival estudiantil. / Jordi Landero

Esta Semana Santa será la que todos esperan una vez al año en el sector turístico onubense. A falta de muy pocos días para que empiece el gran periodo vacacional previo al verano, y con los suelos mojados todavía por la lluvia, los empresarios miran las previsiones del tiempo mientras ven cómo las propias, de ocupación hotelera, se acercan al lleno técnico: en torno al 85%, en el segundo tramo de la semana, a partir del Miércoles Santo, con establecimientos que llegarán al 90%, y en algunas zonas, incluso al 100%.

El panorama ha cambiado radicalmente respecto al pasado año. Era lo esperado hace meses. Peor no podía ser tras el elevado coste que supusieron los efectos de los temporales invernales en las playas. Ni la lluvia de estos días ha reavivado el fantasma. Hay coincidencia en el sector sobre el buen estado del litoral y la preparación a tiempo para que los núcleos costeros estén equipados para recibir ya visitantes.

Cuenta el secretario general del Círculo Empresarial de Turismo, Rafael Barba, que lo más positivo de estas previsiones son el “cambio de tendencia registrado” respecto al inicio del año. Entonces, el ritmo de reservas anticipadas, tanto para la temporada veraniega como para la Semana Santa, “no evolucionaban de manera positiva, descendían, realmente”. Había cierta “preocupación”, que se ha disipado en las últimas fechas, con una tendencia al alza que ha igualado, asegura Barba, los números de 2018.

Todo son previsiones, siempre condicionadas a la evolución del tiempo, según la persistencia de la lluvia o de las bajas temperaturas en los próximos días. Con el “ritmo de las reservas recuperado”, las buenas perspectivas para la Semana Santa alcanzan el 40% entre el Domingo de Ramos y el Miércoles Santo, que puede llegar a superar el 50% en la capital, atraídos por la oferta que por sí suponen las procesiones.

“Huelva se ha consolidado como destino de Semana Santa por la costa y sus playas, por su oferta cultural y natural, pero también por la oferta en turismo religioso en la capital”, apunta el secretario del Consejo Empresarial de Turismo de la FOE, Javier Albea.

Sus números elevan el dato de ocupación esperada al 60% en la primera parte de la semana, que podría alcanzar el 75% en el segundo tramo, siempre sujeto, también hay que anotarlo, a un aumento por reservas de última hora, muy dadas en estas fechas por la incertidumbre del tiempo y por la dilación de la decisión final sobre la escapada entre los turistas andaluces, que son mayoría entre los visitantes que recibe Huelva.

También la hostelería

Los hosteleros también esperan en la ciudad, “sin dejar de mirar al cielo”, que los números mejoren sustancialmente los del pasado año. Al menos un 5% de incremento de facturación se prevé, lo que ha hecho que se dispare la demanda de personal para estos días, para incrementar las plantillas estables por encima del 10%, asegura Rafael Acevedo, presidente de Bareca, que agrupa al sector de la hostelería bajo el paraguas de la Federación Onubense de Empresarios.

El grueso de la ocupación hotelera en Huelva, en cualquier caso, lo acaparan los establecimientos de la costa. En torno al 90%, algunos casi al completo, estarán el fin de semana que cierra las vacaciones. Los de la Sierra se moverán en cifras parecidas, haciendo bueno también el destino, muy en especial para la Semana Santa.

Otra cosa será la de los establecimientos del entorno de Doñana, incluido El Rocío. Javier Albea apunta a una ocupación de hasta el 70% en el primer tramo del periodo vacacional, y del lleno el segundo fin de semana, ya asegurado en la aldea almonteña.

“El turismo de naturaleza es el que prima en la Sierra y en Doñana, y se refleja en unas magníficas previsiones de reservas y ocupación, que se dan también entre las empresas que prestan servicios turísticos, muchas de las que tienen ya cubierto todo su cupo para Semana Santa”, explica el secretario del órgano turístico de la FOE.

Estos días, habitual termómetro para el verano, abren un resquicio para la esperanza. Advierte Rafael Barba que todas las previsiones son “muy volátiles”, abiertas aún a anulaciones, como ocurrió en julio pasado, marcado por el mal tiempo. El optimismo, en cualquier caso, está ahí.

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