Todos los municipios de la Sierra de la provincia de Huelva corren el peligro certero de quedarse sin suministro de agua. La población afectada llega a las 29.315 personas según el censo de población (aunque en esta época del año se multiplica por los desplazamientos estivales), de las que 11.186 se encontrarían afectadas por una situación de “emergencia” y otras 18.129 en “alerta”.

Esta ha sido la principal conclusión de la reunión mantenida en la mañana de ayer por la Comisión Permanente del Plan de Emergencia contra la Sequía de Giahsa, quien con la participación de varios de los alcaldes de los municipios serranos, quiso poner de relieve el peligro al que se enfrenta una buena parte de la población de la provincia.

Según pudo conocer Huelva Información, en la reunión se puso de manifiesto “la situación crítica que se está viviendo este verano y la profunda preocupación existente por las pésimas perspectivas para todo el verano”, que hace que no sea previsible que llueva en los próximos meses. Esta situación se agrava especialmente en la zona de la Sierra onubense, “donde la práctica totalidad del agua para el abastecimiento a las poblaciones proviene de captaciones subterráneas (pozos y manantiales) o pequeños pantanos, cuyas reservas están al borde del agotamiento”.

Sobre la mesa, un único punto a tratar, como es la administración de “los escasos recursos existentes para intentar que duren lo más posible. Esto se está haciendo fundamentalmente mediante un aumento de los aportes con el uso de camiones cisterna que complementa las limitadas posibilidades de extracción de los acuiferos y, en paralelo, un impulso a la reducción de los consumos, basado en las restricciones durante la madrugada, la localización y reparación de fugas y averías, la detección y eliminación de situaciones de uso fraudulento y el incremento de las labores de concienciación para la población”.

Desde Giahsa se ha trasladado a los ayuntamientos la necesidad urgente de poner en marcha “medidas de carácter restrictivo también sobre los usos particulares”. Por ello, y dado que las competencias para este tipo de acciones recaen sobre los municipios y, específicamente sobre las alcaldías, desde Giahsa se solicitó a los alcaldes que declaren la situación de “grave riesgo de infortunio público” y establezcan medidas como la prohibición del llenado de piscinas o la limitación de riegos públicos y privados al mínimo imprescindible para su conservación, y sanciones para quienes realicen un uso del agua inadecuado a la situación actual de precariedad.

Esta línea de actuación se circunscribe a los doce municipios serranos en situación de emergencia. No obstante, en próximas fechas podría ampliarse a otros que actualmente se sitúan en situación de alarma , lo que incluye al resto de los municipios de la Sierra y al Condado.

Pantano del Corumbel.

Los alcaldes de los municipios afectados insistieron en la necesidad de “mostrarse reivindicativos en estos momentos con las administraciones que tienen las competencias en materia de infraestructuras de abastecimiento, tanto la administración del Estado como de la comunidad autónoma. Se trata de demandas históricas de la Sierra, un territorio rico en agua pero en el que la falta de interconexiones condena a muchos pueblos a sufrir restricciones”.

Desde junio de 2020, la Junta de Andalucía tiene declaradas de interés de la Comunidad obras hidráulicas destinadas a paliar la sequía y garantizar el abastecimiento en alta en determinadas zonas de Andalucía, entre otras los municipios de la Sierra de Huelva. Desde Giahsa se quiso insistir en la necesidad de renovar loas infraestructuras hídricas de toda la provincia, ya que en el caso de la Sierra, se trata de embalses pequeños, que no cuentan con las infraestructuras mínimas necesarias para poder acometer mejoras en las condiciones de suministro, por lo que es más que urgente proceder a su renovación inmediata.