Provincia

La marisma del Rocío y la laguna del Portil renacen tras las lluvias

Imágenes de la marisma de El Rocío y de la laguna de El Portil tras las últimas lluvias

Imágenes de la marisma de El Rocío y de la laguna de El Portil tras las últimas lluvias / Alberto Domínguez (Huelva)

Hay estampas de Huelva que brillan con luz propia. Entornos naturales de gran valor que son el reflejo de la rica diversidad que entraña la provincia. El Rocío, con su emblemática marisma, es uno de ellos.

El reflejo de los caballos marismeños al asomarse al agua cristalina y el retrato de una vegetación que adorna el imponente santuario de la Virgen del Rocío conforman un cuadro casi perfecto solo a veces enturbiado por la ausencia de las lluvias. La sequía severa del último año provocaba que este carismático espacio en el corazón de Doñana quedara casi desértico durante meses. Ahora, tras las fuertes lluvias de la borrasca Bernard, este escenario vuelve a su estado normal y resurge de sus cenizas regalando a los visitantes las bellas imágenes de antaño. 

Imágenes de la marisma de El Rocío y de la laguna de El Portil tras las últimas lluvias Imágenes de la marisma de El Rocío y de la laguna de El Portil tras las últimas lluvias

Imágenes de la marisma de El Rocío y de la laguna de El Portil tras las últimas lluvias / Alberto Domínguez (Huelva)

Lo mismo ocurre en otro singular enclave de la Costa Occidental de Huelva: la laguna de El Portil. La parte positiva de la lluvia torrencial de estos días en la provincia es que este enclave que llevaba un par de años seco, también comienza a renacer. 

Esta laguna de agua dulce, que conserva una elevada población de aves acuáticas, constituye junto con los Parajes Naturales Marismas del Odiel y Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, un entramado de zonas húmedas fundamental para la supervivencia de las aves que emigran a la Península todos los años. Hoy se vuelve a llenar de vida.

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