El marisco congelado busca la salida de la crisis en las grandes superficies
La distribuidora de Mariscos Rodríguez trata de afianzar sus ventas en Italia · Las exportadoras relacionadas con la manipulación pesquera acuden a ferias internacionales para evitar traslados y gastos
La crisis económica apenas ha dejado hueco en la cesta de la compra para los mariscos congelados. Como explica el empresario Manuel Jacinto Rodríguez de Dimarosa, distribuidora de Mariscos Rodríguez, "estos productos no son de primera necesidad por lo que los que más tirón han tenido en el último año han sido los más baratos".
A pesar del temporal económico, el empresario afirma que la facturación de su empresa en 2009 ha crecido algo con respecto al año anterior pero, para ello, ha tenido que "mover una cantidad de kilos mucho mayor que la del año pasado". Lo que no quiere decir ni mucho menos que el panorama esté despejado. Por eso se prepara para tratar de superar esta etapa difícil. Apunta a la comercialización en las grandes superficies como una de las claves para superarla. "Si queremos remontar la crisis hay que trabajar en las grandes superficies comerciales con todo lo que ello conlleva, como son los márgenes comerciales que tenemos que trabajar", explica. El comercio tradicional que, hasta ahora, ha dado buenos resultados ha pasado a la historia, "los mercas son un mundo más tradicional, que se está acabando". El 51% de la mercancía de Dimarosa ya se vende en grandes superficies con un cliente que se queda con el 40%.
Esta empresa exportadora junto a la conservera ayamontina Pesasur han formado parte de la comitiva que asistió a la feria Seefood de Bruselas de la mano de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.
La empresa Dimarosa lleva asistiendo a la feria de Bruselas desde su inauguración y en todo este tiempo poco ha cambiado su oferta porque "nuestro producto muy lineal y admite pocas variaciones", explicó el empresario onubense. En 2010 su objetivo estaba puesto en Italia, uno de sus mercados internacionales más importantes y en el que pretenden seguir avanzado "porque es muy parecido al nuestro", afirma Rodríguez. También vende en Francia. El empresario concreta que la feria es un "trampolín" para estar en el mercado internacional. "Aquí, sobre todo, se hacen contactos y puedes conocer lo que se está haciendo en otras partes del mundo. Luego se hacen las ventas porque aquí se hacen pocas. Las ventas hay que trabajarlas bastante más".
A nivel comercial, la presencia en la feria "ahorra muchos desplazamientos, porque puedes establecer relaciones con casi todos los países del mundo sin moverte. Aquí en Bruselas están presentes grandes consumidores como China, América, Asia....", señaló el representante de Dimarosa. Aunque la intención de esta empresa no sea precisamente aventurarse en gigantes como Asia y Rusia, porque "son mercados muy difícil, muy diferentes, donde es muy complicado abrirse un hueco". Sobre la situación económica, Rodríguez dice que la crisis "no ha pasado ni mucho menos, sin embargo la población se ha adaptado y es menos pesimista".
La empresa Mariscos Rodríguez cuenta con 6 barcos congeladores en la costa de Argentina y con 49 en el caladero africano que se encuentra entre los países de Angola y Marruecos, donde trabaja con empresas mixtas.
La misma filosofía ha movido a la empresa Pesasur para acudir a la feria belga. Su propietario Mario Orlando subraya que el 60% de sus ventas se hacen en el extranjero y fundamentalmente en Italia, Francia y Alemania. Este carácter internacional de sus mercancías ha hecho que en los últimos 3 años la cita de la Seefood se haya convertido en obligatoria. "Si por aquí pasan entre 10 y 15 contactos son viajes que te estás ahorrando, en tiempo y dinero", explica el director de exportaciones de la empresa, Mario Orlando.
Pesasur pretende hacer frente a la crisis dirigiendo su cadena de producción a los productos ecológicos. La planta de manipulación ayamontina irá ganando en actividad hasta llegar al pleno rendimiento (ahora produce un 50% de su capacidad).
Esta empresa abrió en el año 2007 con sus miras puestas en la exportación. Su plantilla está formada por una media de entre 110 y 150 trabajadores. La crisis económica dio un revés a los intentos de comercialización que se pusieron en marcha en el Golfo Pérsico y Rusia. "No elegimos un buen momento, acudimos en plena crisis y nos quedamos al 50% de nuestra capacidad de producción. Ahora queremos impulsar de nuevo la producción con el objetivo de pasar, en poco tiempo, de los 6 millones que facturamos ahora hasta los 10", apuntó.
Añade que a pesar de las dificultades económicas del momento existe un amplio sector del consumo que vigila y valora mucho las cualidades saludables de los productos como es el distintivo ecológico. Estos sectores se encuentran sobre todo en los países del norte y centro de europa.
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