Un imputado por el uso de una jaula trampa para cazar jabalíes
La Guardia Civil encontró en el ingenio un animal, herido al intentar escapar sin éxito
Agentes de la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), con base en Niebla y pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, han procedido a la imputación de M.R.R., de 60 años y vecino de Paterna del Campo, como presunto autor de un delito contra la flora y la fauna silvestre por la construcción y uso de un ingenio prohibido para capturar jabalíes. Según la Guardia Civil, los hechos ocurrieron en un paraje conocido como Cañada Grande, en Paterna, donde el imputado posee una finca en la que se dedicaba a la caza furtiva. El presunto autor de los hechos, que no poseía licencia de armas, se dedicaba a dar muerte a distintas piezas de caza valiéndose de armas clandestinas, lazos, cepos y diferentes trampas.
Durante el pasado mes de agosto los agentes del Seprona procedieron a inspeccionar la finca, observando varios cebaderos para jabalíes, estando preparados para la modalidad del aguardo nocturno. En esta inspección, los agentes vieron una jaula de unos 4 metros cuadrados, aproximadamente, y con una altura de dos metros, construida artesanalmente con mallazo de hierro anclado al suelo con hormigón y un lateral móvil que hacía las veces de puerta.
Esta entrada estaba provista de un ingenioso mecanismo de poleas, valiéndose para ello de piedras y cuerdas, quedando en su interior un cebo de bellotas, que previsiblemente, cuando se acercase el jabalí para comerse el cebo, accionaría el mecanismo de cierre de la puerta, quedando así atrapado en su interior.
Tras realizar una serie de vigilancias discretas sobre la finca y sobre la referida trampa, el pasado día 8 de septiembre los agentes pudieron comprobar como un jabalí de unos 50 kilos había resultado capturado con el ingenio descrito. En animal, presentaba diversas heridas en la cabeza y el hocico, producidas al intentar escapar sin éxito de la jaula trampa. Cuando el propietario se presentó en la finca, los agentes procedieron a su imputación al haberse comprobado la utilización de un arte de caza prohibido y no selectivo. El jabalí fue puesto en libertad por los propios guardias civiles, en presencia del imputado.
Después, se inspeccionaron las naves de la finca, hallando e incautando un total de 53 trampas para pájaros y dos cepos para conejos. La jaula trampa fue inutilizada, haciéndole saber a su propietario de la obligatoriedad de desmontar dicha estructura, una vez pase la época de incendios.
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