La Delegación Provincial de Salud declaró ayer no apta para el consumo humano el agua del municipio de Nerva. La decisión la han tomado las autoridades sanitarias después de que las muestras obtenidas por técnicos del distrito Sierra-Andévalo Central detectaran una presencia superior a los límites permitidos del herbicida simazina en su red de abastecimiento.

El alcalde de la localidad, el Independiente Domingo Domínguez, explicó que durante el pasado fin de semana se han venido recogiendo alteraciones lo que activó el sistema de alerta y vigilancia por parte de Salud, que puso rápidamente en conocimiento municipal la información al tiempo que se advertía a la empresa suministradora, Aqualia, la incidencia.

El anuncio oficial se produjo a las dos de la tarde de ayer y a las tres la red ya estaba captando agua del Jarrama, subrayó el alcalde nervense.

Domínguez anunció que Nerva, localidad situada en el corazón de la Cuenca Minera y que cuenta con unos 6.000 habitantes, recuperó en poco tiempo la normalidad gracias a la empresa Gestión Integral del Agua de Huelva (Giahsa) que conectó la red de abastecimiento a la presa del Jarrama, desechando la conexión 'contaminada' ubicada en el pequeño pantano de Nerva.

La Junta de Andalucía ha informado que desde la Delegación de Salud se ha instado a la entidad gestora del suministro (Aqualia) a la puesta en marcha de medidas correctoras para que los niveles de potabilidad del agua vuelvan a la normalidad, así como que se apliquen los preceptos incluidos en el Real Decreto 140/2003, que establece los criterios sanitarios de calidad del agua de consumo humano. Junto a esta orden, la Junta ha instado también a los gestores del suministro a que faciliten el abastecimiento de agua mediante dispositivos alternativos con vistas a que la población tenga satisfechas sus necesidades.

Las autoridades advirtieron que la declaración como agua no apta para el consumo humano significa que no puede ingerirse ni utilizarse para la elaboración de alimentos aunque sí para la higiene personal y la limpieza doméstica.

La Delegación sanitaria asegura que su actuación se enmarca "en el programa de vigilancia de las aguas de consumno humano que desarrolla la Administración autonómica que entre otras medidas incluye el control de la presencia de plaguicidas y herbicidas mediante la toma de muestras y el análisis de las mismas en toda la provincia".

La presencia del herbicida simazina, altamente contaminante, se debe al tratamiento incontrolado de terrenos forestales y agrícolas, cuyas escorrentías acaban contaminando los pantanos que abastecen a las localidades.

Los períodos de sequía, con las reservas de agua a muy bajo nivel, multiplican la presencia de herbicidas en el agua y éstos acaban entrando en la cadena trófica.

En el caso del pantano nervense, con poco más de un hectómetro cúbico de agua de capacidad actual, la acumulación ha obligado a prescindir de su contenido para abastecer al pueblo.