El grupo gasista estudia aplicar la cetrería en todas sus instalaciones
Cinco años después, la experiencia piloto ha dado resultados visibles



La cetrería es un arte oriental que necesita paciencia. La tuvo Federico II para desgranar su sabiduría germánica en su 'best seller' del siglo XIII 'De arte venandi cum avibus', o lo que es lo mismo 'Sobre el arte de cazar con aves'. También la practicó el gran nómada y emperador mongol Gengis Khan. Pero quien le dio rango social fue el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. El creador del 'Hombre y la Tierra' dijo de tal práctica que era "la primera vez que hombre no sometía al animal al látigo y al yugo"
El cetrero se prodiga poco. Antes solían ser nobles y potentados pero hoy son personas que adoran la naturaleza y forman parte de ella.
Así es Juan Alejo López, cetrero profesional que desarrolla su trabajo diario en Enagás.
Su misión es mantener a raya a las miles de aves que intentan anidar en las instalaciones industriales. Y lo consigue utilizando una cuidada selección de rapaces: halcón peregrino, halcón de 'Harris', azores o águila mora, a los que cuida y enseña con esmero en una finca que comparte con su socio Francisco Gómez Alejo en un lugar a caballo entre Belmonte y la Sierra.
Allí tienen una verdadera joya natural donde cada temporada aparean con éxito las especies que la ley permite para estas prácticas milenarias.
Si tuviera que elegir un ave se queda con el halcón peregrino ibérico. "Surca el aire a una velocidad de 350 kilómetros por hora. Es el más complejo que hay y está dotado incluso de un párpado doble que le protege los ojos de los golpes de polvo cuando vuela. Imagina que te golpea un pequeño objeto a esa velocidad...", dice.
Lleva trabajando en Enagás desde hace cinco años y sus paseos por las instalaciones de la compañía gasista instalada en Huelva desde los años ochenta forman ya parte del paisaje. Cuenta con una autorización especial reglada y dota a todos sus ejemplares con un emisor que permite su seguimiento mediante radiotelemetría y recuperación en caso de extravío. Y es que si a la rapaz le da por irse con el celo, "en un par de horas está en el Estrecho y si lo pasa, olvídate de ella y de los miles de euros que vale", cuenta Alejo mientras muestra una antena de localización Marshal valorada en más de mil euros de las que escasean en los centros dependientes de las administraciones públicas.
De la veintena de rapaces que cuida y cría en su finca escoge al halcón de 'Harris' para blindar de aves las instalaciones onubenses de Enagás. El 'Harris' es un ave americana que vive por lo general en los espacios muy áridos, caza en grupo y tiene una perfecta adaptación y simbiosis laboral con el ser humano.
Alejo dice que la compañía gasista ha puesto en marcha una técnica pionera y recuerda que es conocido el empleo de la cetrería para luchar contra los plumíferos en los aeropuertos, vertederos de residuos sólidos urbanos o campos de fútbol y deportivos. Hasta se llegan a usar aves robóticas en algunas zonas. Pero esta práctica no es común en zonas tan complejas y extensas como las de una compañía gasista ubicada en un entorno de empresas químicas.
El caso es que los resultados saltan a la vista, de pájaro, por eso Enagás está estudiando 'exportar' este método de lucha contra los anidamientos masivos en el resto de sus instalaciones ubicadas en la costa española.
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