La cianotipia llega a La Sierra de la mano de Astroazul

AstroAzul es, precisamente, el proyecto que ha hecho serrano este proceso artístico. Compuesto por Leo Pacheco y Anabel Rodicio, está dando sus primeros pasos ofreciendo su pasión por la fotografía y el arte

Obras de Astroazuil.
Obras de Astroazuil. / Antonio F. Tristancho
Antonio F. Tristancho

Huelva, 27 de julio 2025 - 04:38

Que la comarca serrana alberga numerosas iniciativas centradas en la creatividad y el arte es algo conocido por todos. Esta ebullición cultural se extiende incluso a la aparición de técnicas no muy habituales que se experimentan y difunden en este territorio. La última de ellas es la cianotipia, no muy conocida o utilizada por estos lares, que en su concepto ya clarifica su alcance, ya que une la palabra griega ‘kyanos’, que significa azul oscuro, y ‘typos’, que se traduce como huella o impresión.

En efecto, investigando sus orígenes, conocemos que se trata de una técnica de impresión fotográfica que produce imágenes en tonos azul de Prusia, también conocido como azul cian. Es un proceso antiguo, inventado en 1842 por John Herschel mientras experimentaba con sales de hierro fotosensibles. La idea fue retomada por la botánica Anna Atkins, considerada la primera mujer fotógrafa, que fue quien, un año más tarde, la hizo popular al publicar un atlas fotográfico con esta técnica. Utilizó como base algas, helechos y otras plantas que, prensadas y con los usos de la cianotipia, se convirtieron en unas láminas que fueron muy admiradas, impulsando así una técnica fotográfica en azul que se empezó a hacer popular. La cianotipia fue también utilizada originalmente para la reproducción de planos y documentos técnicos, especialmente en arquitectura, donde se conocía como ‘blueprint’. En la actualidad, la técnica ha ganado popularidad en el ámbito artístico, permitiendo la creación de obras de arte únicas y explorar su creatividad con un proceso fotográfico sencillo y artesanal.

Obras de Astroazuil.
Obras de Astroazuil. / Antonio F. Tristancho

AstroAzul es, precisamente, el proyecto que ha hecho serrano este proceso artístico. Compuesto por Leo Pacheco y Anabel Rodicio, está dando sus primeros pasos ofreciendo su pasión por la fotografía y el arte. Desde la localidad de Fuenteheridos, han lanzado una iniciativa basada en el color azul, en la creación de copias por contacto sobre diversos materiales, como papel, tela, madera o cerámica.

Nacido del encuentro entre dos mundos complementarios, el artístico y el científico, las dos creadoras atesoran una importante formación y experiencia. Leo Pacheco, formada en Bellas Artes, ha explorado a lo largo de su trayectoria distintas técnicas y lenguajes visuales. Anabel Rodicio, viene del ámbito científico, aunque “siempre hemos sentido una profunda conexión con las artes manuales y las formas sensibles de expresión”. La amistad y los lazos familiares que las unen ha hecho el resto para enlazar de manera natural sus caminos y vincularlas al emprendimiento y la proyección de una iniciativa original.

Leo y Anabel en una de sus actividades.
Leo y Anabel en una de sus actividades. / Antonio F. Tristancho

Valores y expresión artística

Desde siempre han compartido “el gusto por observar, crear y experimentar con diferentes materiales, procesos y lenguajes, de ahí que la cianotipia aparezca en nuestras vidas como una técnica que, más allá de su belleza estética, nos permite trabajar con las manos, experimentar con la luz, los tiempos, el agua, y conectar con una forma de hacer más pausada, atenta y emocional”, afirman las protagonistas.

También confiesan haberse apoyado en este arte para superar traumas y vacíos familiares, usándolo para “crear un espacio donde poder canalizar emociones, habitar el dolor desde otro lugar y reconstruirnos a través de la creación”.

Conceptualizan la cianotipia como “un lenguaje lleno de posibilidades poéticas, plásticas y conceptuales, en el que el proceso de cada obra importa tanto como el resultado, por lo que la preparación del papel, la exposición al sol o el revelado con agua tienen un ritmo propio”.

Obras de Astroazuil.
Obras de Astroazuil. / Antonio F. Tristancho

Una especie de fotografía alternativa que, aunque parezca algo extraño, constituye un proceso artesanal y accesible que no requiere laboratorio ni materiales complejos. Se basa en la aplicación de una emulsión fotosensible sobre papel u otros soportes, que luego se expone a la luz ultravioleta, habitualmente, la del sol. Tras el revelado con agua, las imágenes aparecen en un azul característico. El proceso es lento, y se complementa con “la intuición, la observación y el cuidado, alejándonos del ritmo frenético que impone lo digital”.

Las dos creadoras serranas utilizan este arte para expresarse y experimentar, dialogando con valores que les llenan. Es un medio que les permite explorar desde la fotografía tradicional hasta el collage, interviniendo con elementos naturales y generando piezas únicas e irrepetibles.

Talleres de cianotipia.
Talleres de cianotipia. / Antonio F. Tristancho

Además, significa un toque de atención en estos tiempos, que atempera un “mundo saturado de pantallas, inmediatez y automatización”. En este sentido, también aparece como una forma de resistencia, ya que, frente a la sobreexposición de imágenes digitales, proponen un retorno a la lentitud, al disfrute del tiempo, a la manualidad y el valor del trabajo humano.

Conceptos y valores como la pausa, lo tangible, la memoria, el silencio, la naturaleza, la poesía o la búsqueda, ayudan a conformar un proyecto artístico repleto de sensibilidad, de encuentro con lo íntimo y con lo colectivo.

Este lenguaje azulado tiene mucho “de impredecible, de artesanal, de imperfección bella y de huella”, lo cual les vincula a la humanidad más frágil e inesperada que queda, no obstante, fortalecida por su necesidad vital de crear, por su conexión con la Naturaleza y por la creencia en la Mujer y el Hombre rurales.

La Naturaleza y La Sierra

El territorio en el que construyen sus piezas les inspira y les surte cada día de materiales infinitos, de soportes que embellecer y que utilizar como base de un mensaje de sostenibilidad y belleza ambientales.

La Sierra les permite realizar una tarea constante de búsqueda consciente, de disfrute laboral y recorridos plenamente intencionados. Rememorando la labor de Anna Atkins, recolectan numerosas especies botánicas, hojas, tallos, flores y líquenes que posteriormente pasan por el prensado y una cuidada composición y diseño previos al revelado y al resultado final. Este regocijo no les impide apreciar la fragilidad humana frente a la naturaleza, lo que les hace reforzar su ánimo sostenible y artístico para reflejar mundos complementarios: el campo y el arte.

Talleres de cianotipia.
Talleres de cianotipia. / Antonio F. Tristancho

Muchas piezas se fundamentan en estos elementos naturales, con amapolas, tréboles o buganvillas, o en objetos cotidianos, mientras que en otras ocasiones utilizan imágenes emblemáticas para las personas que encargan trabajos basados, por ejemplo, en sus mascotas domésticas. Junto a ello, experimentan con la intervención textil, los hilos, botones, papel, encajes y otros tejidos, ampliando su universo creativo con infinidad de texturas y acabados que ofrecen diseños únicos.

En esta Sierra, sobre todo en la localidad papera, realizan actividades que sirven extender esta técnica a personas que no precisan formación previa. Sus talleres de iniciación a la cianotipia son de disfrute, de creación y conexión con lo manual. La sensibilidad y la compenetración hacen el resto, enriqueciendo un proceso en el que cada participante descubre un lenguaje único y se lleva a casa creaciones que le harán reflexionar sobre la creatividad original en la naturaleza.

La variedad en estos talleres es amplia, ofreciendo también la posibilidad de adquirir el equipo necesario para poder iniciarse o seguir explorando la técnica desde casa, acogiendo a grupos ya formados con antelación, adaptando calendarios, llevando la formación a los colegios o las asociaciones,….

Otras acciones de su aún corta trayectoria les ha llevado a exponer sus trabajos en Madrid, en Zaragoza, en Sevilla o en mercados tradicionales serranos. También han visto su obra reflejada en la literatura, al escoger MariAn Vidal una de sus creaciones para conformar la portada de su libro ‘El Telar de las Hadas’.

Talleres de cianotipia.
Talleres de cianotipia. / Antonio F. Tristancho

Las dos líneas de trabajo que desarrolla actualmente Astroazul son ‘Conexiones: Cartografías de la Memoria”, un proyecto que investiga “cómo se construye, sostiene y pierde la memoria a través de formas de conexión neuronales, tecnológicas y sociales”; y un segundo proyecto que consiste en un homenaje íntimo y necesario compuesto por una serie de retratos en cianotipia de mujeres mayores de los pueblos serranos, comenzando por Fuenteheridos. El foco se pone “en las mujeres que han sostenido la vida con sus manos, que han trabajado la tierra, cuidado a sus familias, tejido afectos y saberes, muchas veces en silencio”, para recuperar sus voces, sus modos de hacer, y convertirlos en arte, en memoria compartida.

En su continua evolución, están proponiendo la adaptación de la cianotipia con otros lenguajes, como el trabajo con textiles, la costura y la transferencia de fotografías personales a la técnica. Estas nuevas líneas “abren aún más el campo creativo y permiten trabajar desde la memoria, lo íntimo y lo emocional, reforzando el carácter narrativo y simbólico de las piezas”.

Leo y Anabel seguirán creando, investigando y compartiendo este arte cianotípico, continuarán tiñendo de azul la comarca serrana, sumando un nuevo color al arte que mana de la amplísima paleta de matices que caracteriza este territorio.

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