Los fumadores del Rocío, a la calle
En la aldea almonteña La Ley Antitabaco se asume con normalidad entre los rocieros
Algunas casas de hermandad prohíben consumir tabaco en el interior aunque sí se podrá hacer en las zonas abiertas como patios y en la entrada · La transigencia es la nota dominante entre los romeros
La Ley Antitabaco también ha llegado a la aldea almonteña de El Rocío, donde el ambiente festivo impera contra viento y marea. Es difícil separar fiesta de tabaco, alcohol y baile, pero el primero se ha encontrado con una barrera que no podrá superar durante las celebraciones multitudinarias que se celebran en la aldea. Los fumadores tienen que someterse a la Ley Antitabaco y así lo han decidido ya algunas de las hermandades que acuden a la romería. La opción es quedarse en el patio o en la puerta. Sirvan de ejemplo la de Linares y la de Triana, aunque la rigidez de la norma no será lo que impere durante las jornadas de convivencia por las características mismas de las casas de hermandad, pues muchas de ellas tienen grandes espacios abiertos.
Carlos Mateos, secretario primero de la Hermandad de Triana, explicó que en Sevilla no se puede fumar en la casa pero en El Rocío las dependencias están mayoritariamente sin cubrir, así que "aquí en el patio la gente podrá fumar normalmente, igual que en la puerta".
En la Hermandad de Linares no se fuma desde que en la romería pasada saliera ardiendo un pequeño altar que dañó buena parte del salón. La causa del incendio fueron las velas "pero decidimos que aquí ya no se fumaba", apuntó Tomás Mayenco miembro de la junta de gobierno. "La norma se asumió con normalidad y desde entonces la gente sale al patio o se queda en la entrada", añade Mayenco. Esto no impide que, de vez en cuando, cruce alguien por la casa con un cigarrillo, "eso no tiene ninguna importancia", justifica Mayenco.
Hace tiempo que la Hermandad de Linares decidió que los más jóvenes se emancipasen, por eso ocupan una casa mientras que los más mayores se quedaban en la más próxima a la ermita, lo que ha resuelto varios problemas de convivencia. "El 90% de los jóvenes fuma y seguramente que ellos se podrán de acuerdo para que en su casa se pueda seguir haciendo", concluye Mayenco. De lo que se queja éste es de que la puerta de la casa "se pone hasta arriba de colillas".
Algunos miembros de la Hermandad de Sevilla como Antonio Pallares, que ocupa con un grupo de amigos la casa hermandad de Rociana, piden "respeto y libertad". Se resisten a someterse a las imposiciones de la ley aunque "por educación y ética" están dispuestos a no molestar a los no fumadores sean niños o mayores.
En la Hermandad de Moguer no se puede fumar "porque así lo indica la ley", afirma una de las hermanas que ayer estaba en la casa. Forma parte de una asociación femenina, que pasó el día en la aldea, y en la que nadie fuma. Sin embargo están dispuestas a hacer la vista gorda si alguien quiere fumarse un cigarro en el interior "porque realmente no molesta".
La Hermandad de Jerez estuvo ayer ocupada por una peña recreativista que ha prohibido fumar a los socios en sus instalaciones por respeto a los que no fuman y, sobre todo, a los niños pero tampoco son tajantes. Aunque algunos fumaban ayer en la entrada y en el patio, otros entraban y salían con el pitillo en la mano más por un descuido que por simple rebeldía.
Otra cosa es lo que pasa en los bares y restaurantes de la aldea. Los camareros de El Real, uno de los que más cerca está de la ermita, aseguran que la mitad del negocio del interior se ha perdido a causa de la prohibición, "la gente no quiere estar dentro sin fumar" y ellos pueden encender un cigarro gracias al apoyo de los compañeros.
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