Golfo de Cádiz

La flota del cerco cumple tres meses sin poder pescar sardina

  • Todavía no se ha asignado la cuota de captura para este año. Las embarcaciones vuelven a faenar el boquerón después de semanas de inactividad para reservar el cupo que resta

Un marinero manipula la redes en el puerto pesquero de Punta Umbría.

Un marinero manipula la redes en el puerto pesquero de Punta Umbría. / Alberto Domínguez (Punta Umbría)

Un mes después del final de la parada biológica, los barcos del cerco continúan sin poder pescar la sardina por la falta del plan de gestión de este año y la cuota. El pasado 31 de enero terminó el paro forzoso de dos meses para la regeneración del caladero pero los pescadores no han podido faenar por desconocer el cupo que la UE, a través de los gobiernos de España y Portugal, impondrá para la sardina ibérica.

Con esta tesitura, los armadores decidieron que los barcos no saldrían a faenar cuando terminó el paro forzoso. Así, la flota del cerco de Huelva ha permanecido prácticamente un mes amarrada a puerto ante la imposibilidad de poder capturar sardina y también por el escaso cupo de boquerón que queda para esta campaña.

Hace unos días, algunas embarcaciones de Punta Umbría se hicieron a la mar para pescar boquerón, tras semanas de inactividad, según indicó el patrón mayor de la cofradía de pescadores y presidente de Facope, Manuel Fernández.

Hasta entonces, los pescadores han reservado y prolongado en el tiempo las captura de boquerón, ya que aún quedan cuatro meses hasta que se establezca la nueva cuota, prevista para el próximo 1 de julio y solo resta un 40% de la actual.

El cerco del Golfo de Cádiz solicita 4.000 toneladas de sardina para este año

Durante este tiempo sí han faenado las flotas de la draga hidráulica para la captura de la chirla y la del arrastre, así como la artesanal.

La flota del cerco, compuesta 82 barcos de Huelva y Cádiz, continúa sin saber aún del plan de gestión de la sardina para este año y la asignación de captura que tendrá. El cerco de la provincia onubense está compuesta por unas 40 embarcaciones, un número que se reparte entre los puertos pesqueros de Punta Umbría e Isla Cristina.

Durante la parada biológica armadores y marineros reciben ayudas, aprobadas por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. La convocatoria de 2019 contempla subvenciones para el cerco por valor de 900.000 euros (700.000 para tripulantes y 200.000 para armadores) destinados a la flota para la captura de especies pelágicas como boquerón, sardina, jurel o caballa. En las embarcaciones andaluzas que faenan en el Golfo de Cádiz trabajan unos 800 marineros.

El sector del cerco que faena en el Golfo de Cádiz solicita una cuota de sardina para este año de 4.020 toneladas. La cifra resulta del reparto que le correspondería a la flota andaluza del cupo total de 30.000 toneladas que el sector hispanoluso solicita, una cuota que demandan a los gobiernos de España y Portugal que defiendan en la Unión Europa, atendiendo a los informes del ICES, que indican un stock de más de 300.000 toneladas.

Descarga de pescado en la lonja puntaubrieña. Descarga de pescado en la lonja puntaubrieña.

Descarga de pescado en la lonja puntaubrieña. / Alberto Domínguez (Punta Umbría)

Del total de las toneladas solicitadas, el 66,5% le corresponderían a Portugal y el 33,5% restante a España. A su vez del cupo para las embarcaciones españolas, el 60% sería para el Cantábrico Norte y el 40% para el Golfo de Cádiz, de forma que los barcos andaluces podrían capturar 4.020 toneladas de sardina, casi tres veces más que la cuota asignada para el año pasado (1.400).

El stock de sardina ha ido aumentado de forma progresiva en los últimos años, mientras que la cuota se ha ido reduciendo. Así, en 2017 el stock fue de 103.000 toneladas y la cuota de 17.000; en 2018 de 180.000 y 12.000, respectivamente; y en 2019 de 223.000 toneladas de stock y de 10.800 de cuota.

Según el sector del cerco, han sido cinco años seguidos de restricciones que han provocado pérdidas económicas para armadores y marineros, lo que ha llevado a los pescadores a una situación complicada y un futuro incierto, a pesar del esfuerzo que ha realizado.

Los pescadores consideran que para garantizar la supervivencia de la industria la asignación no pueden ser inferior a 30.000 toneladas de sardina para este año, que equivalen al 10% de las reservas.

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