Lo que debía haber sido un plácido viaje de diez días en velero de alquiler entre El Rompido (Cartaya) y Almería, se convirtió en una auténtica pesadilla la noche de este sábado para sus protagonistas: un matrimonio con dos hijos pequeños, una niña y un niño de unos 6 y 8 años, respectivamente.

Y es que, nada más alquilar la embarcación y zarpar desde la Marina de El Rompido, apenas les dio tiempo a recorrer la ría del Piedras y llegar a su desembocadura, una zona peligrosa para la navegación, especialmente cuando se dan las condiciones del momento: marea baja, y por tanto muy escaso calado, y viento de levante.

Según han relatado a esta Redacción fuentes cercanas al rescate, el velero, de unos doce metros y medio de eslora, encalló en los bajos que se forman en la desembocadura del Piedras durante los periodos de marea baja, tras lo que se inició un "fuerte balanceo y cabeceo" de todo el casco, motivado por el apoyo de toda la embarcación sobre la orza, que quedó encallada en la arena.

Salvamento Marítimo y el centro que gestionan conjuntamente en Isla Cristina el propio Salvamento Marítimo y Cruz Roja recibieron el aviso de alerta sobre las doce y diez de la noche, movilizándose inmediatamente el buque Guardamar Talía, con base en Mazagón, y la lancha de rescate LS-Helena, con base en Isla Cristina, llegando ambas prácticamente al mismo tiempo al lugar donde el velero se encontraba encallado.

Las fuentes consultadas describen que, debido al "fuerte cabeceo del velero", se vivió una situación "muy complicada" a la hora de extraer a los tripulantes del mismo para ponerlos a salvo, especialmente a los dos menores, que estaban "muy asustados y mareados por el balanceo".

El rescate también se vio dificultado por la imposibilidad para acceder hasta el punto del varamiento de la Guardamar Talía, dado su gran tamaño y el escaso calado en la zona, por lo que con el objeto de facilitar las labores de extracción, uno de sus rescatadores se unió a la tripulación de la LS-Helena, embarcación mucho más ligera y que sí pudo acercarse hasta el velero varado.

El el rescate participaron la Guardamar Talía y la LS-Helena

Una vez en el mismo, extrajeron del velero con "enormes dificultades" en primer lugar a los dos menores, trasladándolos hasta la Guardamar Talía, para regresar posteriormente a por los dos adultos.

Según palabras de algunos de los rescatadores, la dimensión del miedo que los tripulantes del velero habían pasado a bordo del mismo tras quedar varado se pone de relieve al comprobar que en su interior "estaba todo tirado, golpeado y revuelto" por el "enorme zarandeo del que fue objeto el casco".

Al final, todos pudieron ser rescatados "sanos y salvos", por lo que no fue necesario avisar a emergencias sanitarias, siendo trasladados a bordo de la LS-Helena hasta el puerto de partida del velero accidentado, la Marina de El Rompido. Por su parte, el barco ha podido ser retirado de la zona donde quedó varado sobre las siete de la mañana de este domingo, con la marea alta y con mejores condiciones de navegabilidad.