Una corazonada de última hora deja un premio de 35.000 euros en Isla Cristina

Miguel Cayuela, el vendedor del cupón agraciado. / El Mar de Isla Cristina

La suerte ha vuelto a caer en Isla Cristina, esta vez con un cupón electrónico de la ONCE agraciado con un premio 35.000 euros, correspondiente al número 07777, un número tan curioso como afortunado. Así lo señalaba a través de sus redes sociales la conocida cuenta de El Mar de Isla Cristina, que se ha hecho eco de esta noticia que le contaba el propio vendedor, Miguel Cayuela.

Lo más increíble es cómo se dio el premio: un hombre, al parecer guiado por una corazonada de última hora, se acercó a Miguel ya a último hora de la noche y le pidió exactamente ese número, el 07777, "y le tocó el premio", asegura la publicación que se ha llenado de comentarios de personas celebrando la suerte del afortunado y la del vendedor.

Este nuevo premio se suma a la impresionante trayectoria de Miguel como vendedor de la ONCE, que en tan solo dos años ya ha repartido en Isla Cristina un total de 622.500 euros entre cupones y rascas. Sin duda, un "vendedor con fortuna", como apunta El Mar de Isla Cristina en su publicación, que ha vuelto a repartir alegría en su localidad.

Dos premios en un mes

Este mes Isla Cristina ha sido el destino de la suerte. El 6 de agosto, Cinta Márquez, vendedora de la ONCE y talismán en el municipio porque ya en noviembre dio otro gran premio, repartió 350.000 euros con motivo de este último sorteo.

“Esta vez la alegría es más grande porque está más repartido”, dice entre las primeras risas del día sin saber si la suerte se la han llevado veraneantes de Isla Cristina o vecinos del pueblo de toda la vida. “Ojalá que le haya tocado a gente con necesidad para como están los tiempos”, comenta visiblemente orgullosa. “Yo cada vez estoy más contenta de dar premios, me lo barruntaba, este fin de semana decía que iba a dar pronto un premio y ahora mira... a ver si doy también el Extra del Verano”, añade.

A su juicio, la clave para triunfar como vendedora de la ONCE pasa por la empatía con los clientes. “La clave es tener chispa como yo -subrayaba entonces-. Yo tengo una alegría contagiosa, a mí la gente me dice que doy mucha alegría, que soy muy positiva, que atraigo al personal, y encima doy premios”, se reía.

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