El corazón del calor en España está en Huelva: El Granado arde con 46 grados

Esta pequeña localidad andevaleña onubense, en la frontera con Portugal, bate el récord histórico de temperatura en un mes de junio en España mientras sus vecinos enfrentan jornadas asfixiantes muchos de ellos sin aire acondicionado, con calles vacías, ganado al límite y trabajos a medio gas bajo un sol abrasador

¿Por qué hace tanto calor en El Granado? El pueblo de Huelva con las temperaturas más altas de Andalucía

Una vecina de El Granado viene de la compra a primera hora de la mañana protegica contra el calor
Una vecina de El Granado viene de la compra a primera hora de la mañana protegica contra el calor / Jordi Landero

El calor no ha dado tregua este pasado fin de semana en El Granado. El pequeño municipio onubense, en pleno corazón del Andévalo y en el límite con Portugal, ha vivido algunas de las jornadas más sofocantes de su historia reciente, y lo ha hecho dejando huella también en los registros meteorológicos de toda España: el sábado, la localidad alcanzó los 46 grados, la temperatura más alta jamás registrada en un mes de junio en todo el país desde que existen registros oficiales, superando los 45,2 grados alcanzados en Sevilla en 1965.

El domingo, con 44,6 grados, El Granado volvió a situarse como uno de los lugares más calurosos de España, solo por detrás de Alconchel (Badajoz), con 44,7 grados centígrados.

Pero aunque El Granado se lleva la palma en los registros oficiales, la provincia de Huelva, en general, ha sido este pasado fin de semana el epicentro de la ola de calor que ha asolado el suroeste peninsular, con hasta otros dos municipios: Aroche y Valverde del Camino, entre los diez más calurosos de España.

Un trabajador de la construcción se protege con un gorro
Un trabajador de la construcción se protege con un gorro / Jordi Landero

La localidad serrana de Aroche alcanzó los 43,6 grados y Valverde, también en el Andévalo, los 43,1, lo que evidencia el alcance de este episodio de calor extremo que ha obligado a mantener el aviso naranja por temperaturas elevadas durante cuatro días consecutivos, y que, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), comenzará a remitir entre este miércoles y este jueves.

Pero detrás de los números récord hay vidas cotidianas que se ven alteradas. Las calles vacías, los hogares convertidos en refugios improvisados, los ventiladores lanzando aire caliente… La población ha hecho frente a las temperaturas extremas como ha podido, con resignación, paciencia y mucha agua.

"Lo del calor este pasado fin de semana ha sido horrible, exagerado, más de 46 grados, para reventar el termómetro. Y el que no se lo crea, que venga aquí a comprobarlo durante una ola de calor como la que estamos pasando", asegura a Huelva Información Esperanza Rodríguez, vecina del municipio, visiblemente afectada. "Es agobiante. Cada año es más insoportable. No te apetece ni comer. Durante el día no ves a nadie en las calles. Todo el mundo se encierra en casa. Es imposible salir, es que te quemas. Te quemas".

Vecinas de El Granado se protegen del sol a la sombra de unos naranjos en una calle céntrica del municipio
Vecinas de El Granado se protegen del sol a la sombra de unos naranjos en una calle céntrica del municipio / Jordi Landero

La única alternativa es refugiarse. Pero no todas las viviendas están preparadas para este tipo de temperaturas. "Lo sobrellevamos fatal, como podemos, pues no tenemos más remedio. Solo tenemos en casa ventiladores, que lo que hacen es remover aire caliente", añade Esperanza, lanzando también una petición: "A ver si nos subvencionan ponernos, al menos, aparatos de aire acondicionado los vecinos del pueblo que no podemos pagárnoslo".

Y es que en efecto, no todos los hogares del municipio disponen de sistemas de refrigeración, y las diferencias de condiciones económicas se agrandan cuando el calor aprieta. Para muchas familias, el ventilador o la sombra del porche son los únicos aliados.

María Patricio, otra vecina de El Granado, relativiza por su parte los datos oficiales: "Los picos de calor son en el embalse del Chanza porque la estación meteorológica está allí, y allí hace más calor porque está en un bajo. En el pueblo siempre tenemos unos cuantos grados menos. Pero vamos, sí que hace mucha calor. Este pasado fin de semana han subido las temperaturas a 40 y tantos grados".

No obstante, reconoce que las condiciones han mejorado respecto al pasado: "Antes se sobrellevaba peor que ahora porque no había los avances que hay ahora. No había aire acondicionado, ni piscina... Ahora, por lo menos, podemos refrescarnos un poco", reconoce a esta redacción.

La piscina municipal ha sido uno de los refugios más recurrentes estos días, así como las fiestas que se han celebrado en el pueblo, especialmente ya a última hora de la tarde, y por la noche, cuando el calor empieza a ceder.

El calor extremo también se ha notado en las rutinas de quienes trabajan en el municipio, especialmente de quienes lo hacen al aire libre. "Estamos acostumbrados al calor porque ya llevamos varios años soportando en verano estas altísimas temperaturas, indica a este periódico Jesús Lino, trabajador municipal. "Este pasado fin de semana lo hemos llevado bien porque hemos estado de fiesta. En las horas más punteras de calor la gente ha estado recogida, y después por la tarde y por la mañana se está fresquito y se está relativamente bien. También mucha agua, mucha piscina para la gente que le gusta la piscina. El pueblo está tranquilo", concluye.

Pero no todos pueden permitirse esperar a que pase la ola. Para quienes trabajan en el campo, la jornada empieza muy temprano y termina muy tarde. Es el caso de José Antonio Díaz, vecino del municipio y de familia ganadera: "El ganado sobrelleva las altas temperaturas a base de agua y sombra. Como no tengan agua, malo. Ahora en verano es más necesaria el agua que la comida", detalla. "Con los animales el trabajo se sobrelleva en el campo yendo a darles una vuelta a las horas de menos calor. Por la mañana temprano y por la tarde cuando refresca algo. Como vayas a las horas de más calor es mortal".

Mientras tanto, los animales, con su instinto, buscan cobijo bajo las encinas, cerca de los arroyos o en las sombras que encuentran. "Teniéndolos donde haya agua y arboleda, ellos se buscan la sombra y el mejor sitio. Los animales también son muy inteligentes y tienen instinto de supervivencia”, concluye Díaz.

Manuel Rodríguez, que también trabaja en el exterior, describe igualmente el esfuerzo que supone "currar" bajo estas condiciones. "Ahora estamos desmontando la instalación de las fiestas que acabaron este domingo en el pueblo y trabajamos como mejor podemos con estas temperaturas. Siempre buscando la sombra, con gorra o sombrero y bebiendo mucha agua fresca. Y ahora tenemos jornada intensiva y terminamos a las tres de la tarde".

Las previsiones para los próximos días indican que, aunque el calor persistirá, las temperaturas comenzarán a bajar levemente. Para este martes se esperaban en El Granado máximas de 40 grados y mínimas de 24, y a partir del miércoles, valores que rondarán los 35 a 38 grados, aún altos, pero más llevaderos comparados con el infierno del pasado fin de semana.

Mientras tanto, en la capital onubense y en la costa, las playas se convirtieron el pasado fin de semana en el principal refugio para quienes pudieron desplazarse, incluidos muchos vecinos de El Granado y de todo el interior de la provincia, que encuentran en la ligera brisa del mar otra forma de combatir la ola de calor. De esta forma, miles de personas llenaron el litoral en busca de alivio, mientras en las comarcas del interior la vida continúa a medio gas, marcada por la rutina del calor extremo, la sombra como destino y la esperanza de una brisa que, por ahora, se resiste a llegar".

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