Marisqueo

Los coquineros demandan más vigilancia para preservar el caladero

  • Las ocho zonas están abierta tras el cierre durante veintiséis días por la toxina DSP. Los mariscadores recibirán ayudas de la Junta por el paro forzoso

Un mariscador se adentra en las aguas con el rastrillo.

Un mariscador se adentra en las aguas con el rastrillo. / H. Información (Huelva)

Veintiséis días consecutivos han estado cerradas por la presencia de la toxina DSP las ocho zonas de marisqueo de la coquina de Huelva, si bien algunas de ellas han permanecido más tiempo pero de forma aislada. La primera en reabrirse fue la de Punta Umbría, el 26 de febrero, y la última, Doñana sur, el 9 de marzo.

A pesar del cierre total, algunos coquineros de pie han seguido faenando a pesar de la prohibición y vendido el molusco por la calle con unos niveles de toxicidad que han llegado a triplican los permitidos por las autoridades sanitarias, según denunciaron algunas asociaciones de mariscadores.

Eso ha sido posible, aseguraron, por la escasa de vigilancia, aunque se realizaron varias redadas por parte del Seprona de la Guardia Civil, y la falta de control por parte de las autoridades para evitar que los furtivos continuarán capturando coquina.Más controles demanda de nuevo, tras la reapertura, la Asociación de Mariscadores de Nueva Umbría, ya que continúan las prácticas de los furtivos.

El presidente de la asociación, Emilio Jaldón, ha solicitado a las administraciones que pongan más medios para acabar de una vez por todas con los ilegales, una vez que el caladero ha recuperado la normalidad y cuenta con buenas reservas.

Jaldón aseguró que los inspectores están desbordados y que al ser un número reducido no pueden abarcar todo el trabajo que se acumula a lo largo de todo el litoral, de ahí que necesiten apoyo para poder realizar un mayor y mejor control.

Jaldón insiste en la necesidad de condeder más licencias para acabar con el furtivismo

Éste indicó que el próximo mes de abril recibirán las ayudas previstas por la Junta de Andalucía por el cierre forzoso del caladero por contaminación pero que, aunque son bien recibidas, lo que los coquineros legales lo que necesitan es un plan de gestión para asegurar el futuro de la actividad marisquera.

Jaldón insistió en que es preciso acabar con el furtivismo y que una forma de hacerlo es conceder todas las nuevas licencias que se han solicitado. La Junta solo ha concedido 30 nuevas licencias de marisqueo a pie para la coquina, una cifra muy lejana de las 182 solicitudes que se presentaron cuando salió la convocatoria.Según el representante de los coquineros con la concesión de tan pocas licencias no se acabará con los mariscadores sin carné, como “de hecho está pasando”.

En su opinión, los ilegales han proliferado debido a la pérdida de jornales por las paradas forzosas y el cierre intermitente del caladero por contaminación, lo que ha llevado a muchos coquineros a perder el carné (alrededor de 134 licencias) por no poder abonar la cuota.

Por contra, criticó que la Administración andaluza haya concedido licencias a una decena de embarcaciones de rastro remolcado, lo que “supone una sobrecarga para el caladero por la capacidad de captura que tienen estas embarcaciones”.

Los mariscadores afirman que de llevarse a cabo “una buena gestión” se podría llegar al tope de licencias y tener acceso al litoral de Doñana, una gestión que pasa también por reducir la tara establecida en la actualidad de 25 kilos al día por persona, para que “todos puedan trabajar”, incluso subir la talla del bivalvo hasta los 30 milímetros para que el marisco adquiera más valor en el mercado.

Nueva Umbría reitera los agravios comparativos con los mariscadores de Doñana

Jalón volvió a denuncia las condiciones de desigualdad que se dan entre los coquineros de unas zonas y otras, ya que los mariscadores de Doñana pueden faenar en todo el litoral pero el resto no pueden hacerlo en el espacio protegido.

Añadió que la clausura de las zonas de Doñana provocó en su día la concentración de coquineros en el resto de las áreas que permanecieron abiertas y que ahora que todo el litoral está abierto siguen mariscando en la costa occidental y “dejan la suya de reserva para los meses venideros”, lo que supone un agravio comparativo.

En las zonas restringidas de Doñana pueden faenar, por el momento, los mariscadores con carné de Almonte, Hinojos, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Villamanrique, Pilas y Carrión (Sevilla). A estos se suman ahora algunos de Mazagón y Matalascañas a lo que se les ha concedido el permiso.

El presidente de Nueva Umbría recordó que la Junta se “comprometió” a que medio centenar de ellos con licencia pudieran entrar en Doñana y que buena parte de los coquineros que presentaron una petición para obtener el carné continúan a la espera de obtenerlo.

El marisqueo a pie en Andalucía es una actividad profesional sometida a regulación y cuyo ejercicio requiere la obtención de una licencia, conforme al Decreto por el que se regula el marisqueo en el litoral de la Comunidad Autónoma y a la Orden por la que se regula la obtención, renovación y utilización de los carnés profesionales.

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