Pesca

La comercialización de pescado y marisco en lonja se reduce casi a la mitad

  • El 50% de la flota pesquera permanece amarrada a puerto. A la disminución del consumo de los productos de mar se suma la parada forzosa de las embarcaciones

Descarga de pescado en el puerto de Isla Cristina.

Descarga de pescado en el puerto de Isla Cristina. / H. Información (Isla Cristina)

La actividad pesquera se está viendo reducida a causa de la pandemia del coronavirus. Tal es así que buena parte de la flota de la provincia de Huelva permanece amarrada a puerto y no sale a faenar, y las ventas en las lonjas se han visto reducidas de manera tangible porque el consumo de los productos del mar también ha disminuido. Los pescadores han perdido una parte de sus clientes habituales, como bares y restaurantes, y la demanda en los mercados de abasto también ha bajado por la falta de clientes.

Una muestra es el puerto pesquero y su lonja de Isla Cristina, el principal de la provincia onubense y de Andalucía en fresco. Según los responsables de la lonja isleña las ventas se han reducido a la mitad desde la crisis sanitaria y el 50% de la flota está amarrada a puerto desde hace semanas. En situación similar es encuentran las instalaciones portuarias del resto de la provincia. La lona de Punta Umbría, la segunda en importancia de Huelva, cifra en más de un 30% el descenso de la comercialización.

La lonja isleña, sin embargo, continúa su actividad diaria con las precauciones establecidas contra el contagio del coronavirus, medidas que se llevan a cabo también en los barcos, aunque algunos de éstos permanecen inactivos por otros motivos. Entre ellos, por haber agotado la cuota de capturas, carecer aún de un plan de pesca para esta campaña y por los paros biológicos que están por venir. Los únicos que faenan con total normalidad son las embarcaciones de la modalidad de arrastre.

La lonja isleña es la más importante de Andalucía en cuanto al volumen de pescado y marisco y al valor de las ventas realizadas. La comercialización e estos productos experimentó un aumento de facturación el pasado año.

La actividad de los barcos de cerco se reduce prácticamente a la captura de boquerón

Existen varios motivos por los que las embarcaciones permanecen en el puerto. La flota de draga hidráulica que faena la chirla está inactiva desde el pasado 21 de marzo, tras la orden de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía por la que decreta el cierre de la pesquería, después de que la flota haya alcanzado la cuota de captura establecida para la campaña 2019/2020.

Pesca justificó el cierre de la pesquería tras analizar las capturas registradas en el sistema electrónico de remisión de notas de venta procedentes de las lonjas del litoral atlántico de la comunidad andaluza y después de comprobar la Dirección General que las ventas registradas han superado las 2.100 toneladas determinadas para el Golfo de Cádiz. El cupo de capturas viene determinado por los estudios científicos.

Con la clausura se prohíbe el ejercicio de la actividad para las embarcaciones autorizadas para el uso de draga hidráulica y queda prohibido capturar, mantener a bordo, transbordar, desembarcar y comercializar chirla procedente del litoral onubense y gaditano. La Consejería advierte que los ejemplares de esta especie capturados de forma accidental deberán ser devueltos inmediatamente al mar y que el incumplimiento de esta resolución conlleva sanciones.

Chirla

Las embarcaciones de draga hidráulica no volverán a faenar hasta julio, ya que durante los meses de mayo y junio será la parada biológica para la regeneración del caladero, que contempla ayudas para armadores y marineros.

Por su parte, la flota del cerco lleva ya cuatro meses sin poder pescar sardina, debido a que no se ha asignado la cuota de captura para este año. Las embarcaciones de esta modalidad de pesca sí pueden faenar el boquerón, pero a estas alturas del año la poca cuota que resta. Dos meses después del final de la parada biológica, los barcos del cerco continúan sin poder pescar la sardina por la falta del plan de gestión de este año y la cuota.

El pasado 31 de enero terminó el paro forzoso de dos meses para la regeneración del caladero pero los pescadores no han podido faenar por desconocer el cupo que la UE, a través de los gobiernos de España y Portugal, impondrá para la sardina ibérica. En breve, a partir del 1 de mayor, el cerco tampoco podrá pescar corvina por la parada biológica establecida para esta especie.

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