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Ignacio F. Garmendia
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rutas rurales
La artista escocesa Jan Nimmo impulsó una nueva iniciativa que dio a conocer la comarca serrana fuera de nuestras fronteras. A través de la conferencia denominada Rural Rides with Chaparro - Land and Tradition in Spain's Sierra de Huelva, es decir, Rutas rurales con Chaparro - Territorio y tradición en la Sierra de Huelva de España, Nimmo ofreció una visión amplia y profunda de sus experiencias como viajera por los caminos de la Sierra, afición que realiza en varias ocasiones al año desde su base de operaciones en Galaroza. La cita fue en la New Glasgow Society.
El nombre de Rural Rides (Rutas Rurales) se refiere a un libro de William Cobbett, un inglés (1763-1835) que hizo rutas a caballo observando lo que sucedía en los pueblos y las aldeas en aquella época. Sobre esta base, la artista, ya cachonera, describió lo que ha aprendido en estos últimos años recorriendo caminos en este territorio.
La charla tocó temas como la importancia histórica de la agricultura, la arboricultura de la Sierra y los modos de cultivarla (dehesas, castañares, el corcho, las huertas…), el cerdo ibérico (la raza del Manchado de Jabugo o la matanza casera), las cabras y el queso, la biodiversidad, los caminos y su belleza y problemática (acceso, estado, usurpación, etc.), artesanías como la de José Navarro en Cortelazor, los burros y arrieros, la flora, etc.
Mencionó a la gente que ha conocido en estos años, sobre todo a la familia de Iluminado Tristancho, que gestiona el Picadero La Suerte, a Francisco Mateo y Josefina, a Obdulio y otros agricultores cachoneros; a las cuadrillas de corcheros como la de Manuel Valle El Cano y la dureza de su trabajo, y a tantos otros a los que tiene "verdadera devoción por cuánto han trabajado y cuánto me han enseñado". Finalmente, Jan mostró retratos de personas y familias que ha ido confeccionando en estos años para contar sus historias personales.
La vinculación de esta escocesa con la Sierra viene de hace dos décadas, cuando llegó con su marido, Paul, para hacer senderismo. "Si alguien me hubiera dicho que iba a llegar con un caballo y conocer la Sierra como la conozco ahora habría dicho que estaba loco". Pero la Sierra les enganchó y desde entonces procuraron venir más asiduamente.
Juana, como se la conoce cariñosamente en Galaroza, estudió Arte y Diseño en la Escuela de Bellas Artes de Glasgow. En su larga trayectoria artística ha vivido experiencias gratificantes y otras traumáticas, como la que le sucedió en Ecuador, documentando una huelga de trabajadores a uno de los cuales una bala casi le cuesta la vida.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que "la vida era corta y que tenía que agarrarla con las dos manos", por lo que decidió hace unos catorce años realizar el sueño de su vida. Compró un caballo llamado Chaparro en Cazalla de la Sierra (Sevilla) y lo llevó a Galaroza, al Picadero La Suerte, donde "encontré un hogar para Chaparro y nuevos amigos que ya son como mi familia".
Al principio le costó adaptarse al caballo ya que "era joven y y fue algo desalentador ir por los caminos nuevos, pero en poco meses empezamos a realizar rutas más largas". A lomos de su querido animal ha viajado hasta Portugal, pueblos de Extremadura como Fuentes de León, Fregenal de la Sierra e Higuera la Real, conociéndose toda la comarca serrana. De hecho, ha realizado rutas por camino en casi todos los términos municipales y aldeas de la Sierra.
Ya Chaparro tiene veinte años y los viajes son cada vez más cortos, pero "sigo aprendiendo mucho de la zona y de la gente, gracias a la familia del Picadero y los amigos cachoneros". Con Chaparro ha podido conocer los caminos íntimamente, paso por paso, su ganado, su flora, su fauna, los nombres de los cortijos y gracias a los amigos mayores, algunos ya fallecidos, ha conseguido conocer la historia de cómo era la Sierra antes, hace 50, 60 u 80 años.
Esta colaboradora asidua de la Asociación Cultural Lieva muestra ahora en Escocia su particular visión de la comarca serrana, con una visión auténtica que no está al alcance de muchos viajeros o investigadores del territorio. Su largo caminar por los senderos de estas tierras le habilita para ser testigo de excepción en la evolución de la Sierra y su amor por ella le lleva a promocionarla en el exterior.
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