Los citricultores apuestan por la mandarina por su mayor rentabilidad
Huelva posee las cualidades idóneas en suelo y clima para el cultivo de esta fruta
Los problemas que viene atravesando la citricultura onubense desde hace ya varias campañas, intensificados sobre todo en la pasada y en la de este año, fundamentalmente por el bajo precio de la naranja y por el veto ruso, han hecho que el sector citrícola de la provincia se haya lanzado a la búsqueda de alternativas que hagan aumentar la rentabilidad de sus explotaciones.
Una de ellas pasa por encontrar nuevas variedades centradas en la mandarina, un producto actualmente más demandado y mejor pagado que la naranja, y para cuyo cultivo la provincia de Huelva ya ha demostrado sobradamente poseer las cualidades idóneas en cuanto a suelo y microclima.
Así se puso de manifiesto este viernes en Cartaya durante el encuentro mantenido entre la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras y representantes de la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva (ACPH) cuyo presidente, Lorenzo Reyes, afirmó que el sector citrícola onubense "está apostando por la mandarina porque sin duda Huelva reúne las condiciones óptimas para su producción, lo cual aporta a la provincia ventajas competitivas frente a otras zonas productoras".
Reyes señaló que esta tendencia viene dada por el "bajo precio y rendimiento" de la naranja en las últimas campañas, donde "con muchas de las variedades el agricultor no cubre ni los costes de producción". En este sentido incidió en que Huelva "tiene que aprovechar su óptimo microclima y suelos para el cultivo de la mandarina, la cual además tiene mucho más futuro comercial".
Por el contrario, el presidente de la ACPH lamentó que las mejores variedades de mandarina, como es el caso de la Tango, "estén muy protegidas y sus obtentores cobren mucho por ella", lo cual merma su rentabilidad.
La consejera señaló que la innovación de variedades así como el comportamiento de éstas en la provincia de Huelva, son temas en los que actualmente está trabajando el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), dependiente de su consejería, ya que actualmente el objetivo pasa por "explorar, estudiar y analizar el cambio de las plantaciones a mandarinas, un producto más demandado por los mercados, y por tanto mejor pagado al productor".
Tras la reunión con el sector, la consejera visitó en Cartaya los almacenes de la empresa Martinavarro, dedicada principalmente al empaquetado y la comercialización de cítricos en fresco. La empresa del grupo en este territorio onubense, GreenMed, cuenta con 40.000 toneladas de producción propia y 90.000 toneladas que adquiere a diversos productores citrícolas andaluces.
Las instalaciones, con 10.000 metros cuadrados, disponen de una moderna maquinaria de selección y envasado de fruta, con capacidad para una producción anual aproximada de 130.000 toneladas, principalmente de naranjas y mandarinas.
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