Frutos Rojos

La bajada del consumo deja en el campo buena parte de la cosecha de fresa en Huelva

  • La reducción de la demanda, nacional e internacional, provoca el abandono de los cultivos. Los productores afrontan el ecuador de la campaña con incertidumbre

Recolección de fresa en una finca de la provincia de Huelva.

Recolección de fresa en una finca de la provincia de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

Poco más de la mitad del aforo de fresa de los campos de Huelva están recolectando los agricultores. El motivo, la falta de demanda de fruta en los mercados nacionales e internacionales debido a la crisis sanitaria del coronarias. Buena parte de la producción para fresco se queda en la mata sin recoger o se destina a la industria para evitar que la pérdida sea mayor.

Las condiciones meteorológicas están dando una tregua a los productores, con días nublados y temperaturas suaves que hacen que la maduración del fruto esté un tanto ralentizada. Esta coyuntura, unida al descenso de las ventas, lleva a los agricultores a recolectar solo entre un 45 y un 70% de la fresa destinada al mercado en fresco.

En este contexto, falta de mano de obra no está siendo el gran problema esperado, pero los productores afrontan el ecuador de la campaña de recogido con incertidumbre, debido a la situación actual y a los cambios que puedan producirse.

Por el momento, los agricultores trabajan día a día en función de los pedidos que reciben y del cupo de fruta que pueden recoger para atender la demanda del mercado y la distribución a los puntos de venta para los consumidores. Un cupo que está por debajo de lo habitual por estas fechas respecto a campañas pasadas por la reducción del consumo.

El comportamiento de los consumidores ha cambiado con la pandemia y ahora compran menos, lo hacen en las tiendas más próximas y prefieren productos más duraderos. Así, con la exportación de frutos rojos seriamente afectada, existe un alto volumen del producto en las fincas, que tampoco puede ser asumidos en su totalidad en el mercado nacional porque los pedidos de las grandes superficies han disminuido por la bajada de las ventas.

Los productores de fresa solo recolectan entre el 45 y el 70% de la fresa que se produce

El descenso en el consumo se debe, en parte, a que el 80 % de la producción de fresa se exporta a Reino Unido, Italia, Francia y Alemania y estos mercados se han contraído bastante por las restricciones de la crisis sanitaria, lo que provoca una merma en la demanda de productos perecederos como los frutos rojos.

Otro inconveniente es el cierre de los establecimientos de la restauración y del turismo, lo que ha contribuido también a reducir en un alto porcentaje los pedidos en el mercado nacional, una situación que nunca se había dado antes y menos en estas fechas cercanas a la Semana Santa, cuando normalmente el consumo de frutos rojos aumenta, llegando incluso a duplicar su demanda.

Con este cúmulo de circunstancias, el resultado final está siendo el abandono por parte de algunos agricultores de sus producciones por la falta de rentabilidad de las mismas y también por la inseguridad de no saber si lo que queda de campaña volverá a la normalidad de otros años.

UPA ha alertado que la bajada del consumo está siendo una ruina sobre todo para los pequeños productores. Tampoco contribuye a mejorar la situación la venta sobrante del cupo de fruta que se destina a la industria, ya que, según la organización agraria, se paga a precios por debajo de 30 céntimos el kilo y además no se cobra hasta noviembre o diciembre del mismo año.

Los agricultores demandan la ayuda de la Administración para salvar la temporada

En esta tesitura, la falta de mano de obra extranjera ha pasado a un segundo plano y casi no se echa en falta la llegada de las temporeras con contrato en origen procedentes de Marruecos. El cierre de fronteras del país norteamericano ha penaliza fuertemente el contingente de jornaleras para la fresa y la frambuesa, y hasta ahora solo han llegado algo más del 30% de las jornaleras marroquíes previsto. A esto se añade, la falta de desplazamientos de trabajadores de Europa del Este (Rumania y Bulgaria) y de personas procedentes de otras provincias andaluzas.

En lo relativo a la mano de obra, las necesidades podrían cambiar de producirse un aumento del ciclo de producción de la fresa, coincidiendo con la entrada en plena producción del arándano, y una reactivación del mercado nacional e internacional si la situación de la pandemia mejora y se levantan las medidas de restricción.

En caso de necesitarse más trabajadores, las organizaciones agrarias han formulado varias iniciativas. La Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza (Interfresa), que agrupa a Freshuelva, Asaja y Cooperativas Agro-alimentarias, propone una “dispensa” de las autoridades marroquíes que permita trasladar a Huelva a las trabajadoras incluidos en el contingente inicial.

Por su parte, UPA ha puesto en marcha de una iniciativa consistente en la creación de formularios web para que empresarios y demandantes de empleo pueden inscribiese para ofrecer o solicitar empleo en la campaña (http://upahuelva.es/empleo/ ) y ha contactado con asociaciones de inmigrantes de cara a informar de esta posibilidad para coordinar la incorporación al trabajo de potenciales demandantes a través de estas organizaciones.

No obstante, el sector de los frutos rojos va a necesitar de ayudas específicas para una campaña seriamente dañada. UPA solicita el apoyo económico a través de la retirada de fruta del mercado. Interfresa propone fijar una indemnización para la no recolección de la cosecha en fresa; refinanciar el pasivo de los empresarios agrícolas a coste cero y con garantías para los nuevos préstamos de campaña e inversión; y el aplazamiento o condonación del calendario de pagos impositivos previsto: IRPF, sociedades o cotizaciones sociales.

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