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Surfcasting en la costa de Huelva: a por la gran corvina

Surfcasting en la costa de Huelva: a por la gran corvina

El surfcasting es, sin duda, la modalidad de pesca recreativa más practicada en las costas españolas, y una de las más valoradas por los aficionados onubenses, que además tienen la gran suerte de contar para su práctica con algunas de las mejores costas de todo el litoral español para la captura de la preciada corvina.

Pero es una pesca que requiere grandes dosis de paciencia y sacrificio, y Antonio Eslava es uno de los numerosos pacientes pescadores que elige las playas de Huelva para buscar tan peculiar especie, en la que es de los mejores y más experimentados.

Para su captura, en el vídeo que adjuntamos, dirigido y producido por el onubense Dani Salas (Océano TV), y protagonizado por el propio Eslava, éste usa dos tipos de cebos, la lombriz americana y el choco.

Con este apasionado pescador, especializado en la modalidad del surfcasting, se muestran sus mejores técnicas, las cuales lleva analizando y poniendo en práctica desde hace ya varios años para lograr capturar la corvina.

Eslava usa plomos, hilos, anzuelos, carretes y cañas de alta gama. Un potente equipo perfectamente pensado para extraerle al mar estas joyas de la naturaleza que solo se acercan hasta nuestras costas en contadas ocasiones.

Eslava prepara su equipo de pesca antes de iniciar la jornada Eslava prepara su equipo de pesca antes de iniciar la jornada

Eslava prepara su equipo de pesca antes de iniciar la jornada / Dani Salas (Huelva)

Este pescador cordobés pero afincado en Huelva conoce bien los secretos que encierra esta sacrificada modalidad de pesca.

En una playa onubense, y coincidiendo con la subida de la marea, se cruzan en su jornada de pescar otras especies como el sargo o la baila, también costeras y muy codiciadas por su valor gastronómico. Pero al despuntar el sol por el horizonte llega la mejor pieza de la jornada, la cual ofrece a Eslava un duro combate que pone al límite tanto sus potentes equipos, como su pericia y experiencia, hasta que finalmente se hace con la pieza.

En este caso se trata de una corvina de cinco kilos que pone la guinda a una entretenida jornada de pesca en la modalidad de surfcasting desarrollada en plena Costa de la Luz onubense, un litoral marcado por extensas playas de arena fina y dorada, además de hogar de la corvina del Atlántico, que en Andalucía también puede hallarse en el Mediterráneo.

Para Antonio eslava la característica incertidumbre de la pesca de la corvina es un aliciente más.

Una curiosidad reservada al macho de esta especie es el enérgico gruñido que emite gracias a su vejiga natatoria, un sonido intenso y similar al de un ronquido, que le permite cortejar a la hembra.

Los mejores lugares donde buscarla es en las pozas que provocan las corrientes laterales producidas por las mareas en las playas. Es precisamente ahí donde la corvina acecha a sus presas, además de protegerse de las fuertes corrientes.

La paciencia es uno de los requisitos para la pesca a surfcasting La paciencia es uno de los requisitos para la pesca a surfcasting

La paciencia es uno de los requisitos para la pesca a surfcasting / Dani Salas (Huelva)

Como cebo, la lombriz americana es ideal por la sangre que desprende, que supone un reclamo ideal para la corvina, al igual que el choco, más resistente y cuya inusual sangre de color verde azulado es igualmente un gran atrayente para este depredador.

Para buscar la pieza que desea, superior a los cinco kilos de peso, Antonio Eslava intenta situar sus cebos lo más alejado posible de la orilla, en una zona de pozas donde en determinadas fechas las corvinas suelen reunirse para obtener su alimento.

Los ejemplares adultos se aproximan a la línea de costa a mediados de abril con el objeto de penetrar en los estuarios de los ríos que salpican la costa onubense para realizar la puesta durante el mes de mayo. Desde mediados de junio a finales de lulio abandonan dichas zonas estuáricas para alimentarse a lo largo de la costa, permaneciendo en aguas poco profundas hasta el otoño, cuando migran mar adentro.

Finalmente, con la marea en su punto más álgido, llega el esperado momento. La picada y los primeros minutos del combate con la corvina suelen ser los más críticos ya que se desplaza pegada al fondo y con una enérgica carrera, que alterna con bruscos movimientos de cabeza.

En la mayoría de ocasiones el pescador nota perfectamente como la pieza se pega literalmente al fondo, obligándola a ceder con mucha constancia y trabajando con la acción de la caña y el freno del carrete, con el principal objetivo de no perderla.

Poco a poco y con mucha delicadeza, se va añadiendo hilo a la bobina, hasta que metro a metro el pescador se va haciendo con ella. Es una sensación que Antonio conoce muy bien tras miles de horas de playa estudiando el comportamiento de estos animales, lo que lo convierte en uno de los mejores expertos en la materia. Y es que solo así es posible hacerse regularmente con estas grandes piezas.

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