La excavación de la casa norte del yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Arucci, ubicada en Aroche (Huelva), ha permitido hallar nuevos restos arqueológicos que constatan la práctica en la zona de la caza y cría de lirones como producto gastronómico, lo que supone toda una novedad.

En este yacimiento de Arucci se han llevado a cabo una serie de trabajos de excavación e investigación durante la última década, destacando áreas importantes del trazado urbano de la ciudad, entre ellas una domus, actualmente en estudio, y conectadas con la carretera principal y sin comunicación con la domus había dos tabernas, en una de las cuales se han encontrado estos restos. Concretamente, según se recoge en el estudio publicado en la Oxford Journal of Archaeology por el catedrático Juan Manuel Campos y el profesor Javier Bermejo, de la Universidad de Huelva, se ha recuperado "un interesante conjunto de fragmentos cerámicos, cuyas características permiten reconocerlos como recipientes cerámicos para el engorde del apreciado lirón".

Esto, precisan, "representa una fascinante novedad en el estudio de la cultura romana en el territorio Arucci", ya que la apariencia de estas vasijas y la evidencia del consumo de lirones han sido consideradas por algunos autores como un claro indicador cultural romano. Este descubrimiento mejora el conocimiento sobre los hábitos de consumo, la alimentación y las costumbres sociales de los ciudadanos, dado que tales prácticas -la recolección y el consumo- de esta especie y las connotaciones de lujo y exotismo que conllevaba eran desconocidas hasta el momento.

Las circunstancias del hallazgo en Arruci son de gran interés ya que "podemos inferir que se vendían lirones en uno de los locales comerciales anexos a la casa norte. A esta taberna podemos asignarle una actividad económica definida", han indicado. Además, el hecho de no haberse encontrado restos de huesos de lirón (ni de ninguna otra especie) durante la excavación de la taberna, indica que el animal no fue consumido en el local, por lo que deducen que se trataba de una estación de cría comercial, cuyos productos estaban para la venta al público.

Los investigadores consideran que este hallazgo permite además establecer en qué medida los gustos y costumbres culinarias importados por los colonos de la península italiana lograron arraigar en un territorio periférico de la provincia Bética. Este descubrimiento abre nuevas líneas de investigación que se seguirán a través del análisis de restos faunísticos de Arucci.