Una de las actuaciones más significativas realizadas este año por el Seprona de Huelva está relacionada con la calidad alimentaria. Se trata del decomiso de más de doscientas toneladas de melocotones que habían sido tratados con un producto no apto para el consumo humano. Se trata de un componente supuestamente fitosanitario que se empleaba en la producción de la fruta y que no sólo no está registrado como tal sino que se trataba de una sustancia que sirve para desparasitar a los animales, en concreto a los perros. Tras la operación los agentes cursaron una denuncia por un delito de estafa, daños y contra la salud pública.

Agentes de la Guardia Civil recuperaron varias decenas de colmenas de abejas que habían sido sustraídas de distintas fincas. La actuación se realizó entre San Bartolomé de la Torre, Gibraleón y Cartaya, donde habían desaparecido más de doscientas panales con el resultado de varias personas detenidas por cuatro delitos de hurto. Una colmena está valorada entre 60 y 70 euros. En ocasionase los enjambres se utilizan para la polinización de plantas en invernaderos.

La Guardia Civil intervino en la denuncia relativa a la aparición de varios bidones en Riotinto con productos supuestamente explosivos que resultaron no ser tal y esclareció un incendio forestal provocado por un búho al dejar en un tendido eléctrico una presa que había atrapado lo que provocó un cortocircuito.

Curiosa fue también la intervención del Seprona en un establecimiento comercial en suyo escaparate aparecían dos lagartos del desierto, un especie protegida.

El Seprona participaron también en el rescate de una ballena que apareció en Punta.