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Pescado y moluscos más limpios

  • La acuicultora Esteros de Canela reduce su gasto energético un 35% con el uso de fuentes renovables La empresa ayamontina lidera un proyecto nacional por la eficiencia energética

Uno de los mayores costes que soporta la acuicultura moderna es el energético. El propio sector admite que uno de sus principales retos pasa por la búsqueda de fórmulas que permitan abaratar este gasto de cara a lograr una mayor rentabilidad de sus explotaciones. Más aún teniendo en cuenta la negativa incidencia que la crisis económica ha tenido en los últimos años en esta actividad.

Hace ya casi tres años que tienen muy presente este factor los responsables de una de las empresas acuícolas más importantes de la provincia onubense, Esteros de Canela, asentada en el término municipal de Ayamonte, en el entorno de las marismas del Carreras y Guadiana, desde el año 1984. Esta empresa fue pionera en Huelva en la implementación de una nueva tecnología que, basada en el uso de energías renovables, ha demostrado por el momento ser capaz de reducir prácticamente un 35% de su gasto en electricidad.

El propietario de Esteros de Canela, Ángel Carro, admite que después de casi dos años, el proyecto Life+Aquasef permite a su empresa producir casi 35 kilowatios de los aproximadamente 100 que requieren sus instalaciones para desarrollar su actividad habitual.

Dicho proyecto, en el que participan un total de 165 instalaciones españolas de acuicultura en tierra firme, y que arrancó precisamente en Ayamonte, trata fundamentalmente de abaratar la factura de la luz, además de facilitar el abastecimiento de oxígeno a los peces.

Los responsables de Life+Aquasef han presentado recientemente los resultados de una iniciativa que también recoge entre sus principales objetivos la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y el impacto ambiental del cultivo de peces y moluscos en la actividad acuícola.

El proyecto cuenta con un consorcio formado por Heliotrónica Sistemas, D&B Tech, Esteros de Canela y el Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA). Todos esperan que la aplicación de todas las tecnologías planteadas "permita una drástica reducción de las necesidades energéticas y de oxígeno líquido y con ello una disminución de los costes de producción".

La jefa de departamento de CTAQUA, Myriam Retamero, explica que la tecnología facilita el suministro energético a granjas situadas en zonas naturales pero a veces muy remotas, cuyo consumo energético es costoso; además, si no hay abastecimiento y se producen cortes de luz aumenta el riesgo de que mueran los peces.

Una de las técnicas se basa en el aprovechamiento del "excedente de energía solar" y permite la fabricación in situ del oxígeno necesario para suministrar a los tanques de cultivo, que se alimentan directamente de los sistemas de energías renovables.

El director general de la firma coordinadora del proyecto, Ariema, Rafael Luque, señala que se trata de un almacenamiento "pionero". Éste acumula energía en áreas lejos de la red de suministro y garantiza el oxígeno a las instalaciones; en la actualidad lo reciben licuado a través de camiones, con el consiguiente impacto ambiental.

Otra línea del proyecto es el aprovechamiento del dióxido de carbono de las microalgas, que se convierten en materia prima y sirven de complemento nutricional.

Luque remarca que el proyecto "integra el mundo de la energía en la acuicultura", y está relacionado con el empleo del hidrógeno, además de incidir en que "por el momento se ha validado en Esteros de Canela".

El responsable de desarrollo de negocio de D&B Tech, Álvaro Lobo, apunta que las instalaciones de acuicultura emplean unos 35.000 euros anuales en la compra de oxígeno puro y que la nueva tecnología "permitiría ahorrar al menos un 30%". "Se trata de transferir el aire de una manera más eficiente, para no gastar en la compra de oxígeno puro", señala.

La iniciativa incluye la aplicación de energía renovable fotovoltaica y eólica para abastecer los sistemas de bombeo en tanques de peces, la iluminación de la planta y los sistemas de mezcla, a la vez que se reducen emisiones de gases efecto invernadero, ya que los responsables del proyecto calculan que estos sistemas reducirán las emisiones de CO2 de las plantas acuícolas en 46,6 toneladas anuales, y 474 toneladas en un período de vida útil de 25 años.

Asimismo, confían en que estas técnicas aumenten los márgenes de ingresos de las empresas acuícolas e incrementen el valor añadido del pescado, para que puedan certificarlo como "libre de contaminación ambiental".

Para la implantación del proyecto, que arrancó a finales de 2014 en Esteros de Canela, la empresa ayamontina cuenta ya en sus instalaciones con tres plantas distintas: energía solar fotovoltaica, energía térmica y energía eólica. Y pese a que el propio Ángel Carro ha admitido a Huelva Información que "aún es pronto para obtener resultados definitivos", lo cierto es que "incluso tratándose de plantas piloto y ampliables, los datos de producción energética son más que evidentes, ya que logramos 30 kilovatios con la planta solar y 5,5 con la eólica, además de modificar la temperatura del agua varios grados centígrados con la térmica".

"Tal es nuestra confianza en el proyecto -añade- que nuestro principal objetivo es llegar algún día a ser autosuficientes y ecoeficientes energéticamente hablando". Según prosigue Carro, a las tres plantas ya instaladas, se añadirá muy próximamente una cuarta, en este caso de electrolisis en el agua, que "nos permitirá producir el oxígeno necesario para la fase alevín de nuestros peces, y el CO2 para la producción de las microalgas que usamos como base de su alimentación".

Por todo ello, Carro lo tiene muy claro y asegura que su empresa "va a seguir apostando por las energías renovables, sobre todo por la solar fotovoltaica, que por el momento es la que más ahorro energético ha supuesto para Esteros de Canela".

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