Hay quienes se marchan lejos en busca de lugares exóticos y desconocidos. Quienes consideran que una aventura comienza más allá de nuestras fronteras sin saber que aquí mismo, en Huelva, se esconden grandes tesoros todavía desconocidos para muchos. Uno de estos rincones se encuentra en La Rábida. El Parque Botánico Celestino Mutis es un edén, un paraíso natural al alcance de todos que puede ser visitado los 365 días al año.

Inaugurado el 15 de marzo de 1993, debe su nombre al más célebre botánico español, José Celestino Mutis (Cádiz), organizador y director de la más famosa expedición científica al Nuevo Reino de Granada (actualmente, Colombia), que bajo la aprobación del rey Carlos III, duraría 33 años. Esta expedición tendría como resultado un importante herbario de más de 20.000 especies y una colección de 6.000 láminas que se enviaron al Real Jardín Botánico de Madrid.

Ocupa una extensión de 12 hectáreas, surcadas de senderos o vías peatonales que conducen a dos rutas: una perimetral que transcurre por los cauces de agua que posee el parque, y otra interior por las distintas plazas del recinto.

"Llama la atención que la gente, cuando lo visita, se sorprenda de que tengamos un espacio de estas características en Palos de la Frontera", explica Agustín Medina, director de la Unidad de Gestión de La Rábida. El pasado 2022 transitaron este parque alrededor de 43.000 personas, con perfiles de todas las características. Muchos de Huelva y otros de fuera, aficionados a la botánica, deseosos de contemplar la gran diversidad y singularidad que ofrece este jardín, con 750 plantas de todo el mundo. "Cada vez son más los onubenses que se deciden a venir a este espacio para disfrutar del ocio y tiempo libre", explica Medina. Y es que en los dos últimos años este pulmón verde ha experimentado un gran auge gracias a la firme apuesta de dinamización puesta en marcha por la Diputación de Huelva. "El parque es un diamante en bruto, un espacio encantador, que te llena de alegría, te conecta contigo mismo y con la naturaleza. Y es verdad que cuando vimos que teníamos algo tan bonito y que no estaba siendo tan visitado como debía, decidimos trabajar para fomentarlo. De esta manera, lo hemos potenciado a través de un amplio programa de dinamización, abriéndolo además, a toda La Rábida". 

Parque Botánico Celestino Mutis

El objetivo es que todos los visitantes que se acerquen a La Rábida disfruten de los distintos elementos de este marco al completo, desde el parque botánico hasta el Muelle de las Carabelas, pasando por el Foro y el emblemático Monasterio. "La Rábida es un conjunto de espacios culturales, naturales e históricos que ofrece al visitante una experiencia única", explica el director de la Unidad de gestión de la zona. Por ello, además de adecuar este marco incomparable para que sea disfrutado en su plenitud, se han incluido diversas actividades lúdicas para hacerlo más atractivo de cara a todos los públicos. 

"Era necesario revitalizar con actividades de dinamización el Parque Botánico Celestino Mutis. De este modo, con la diputada Belén Castillo a la cabeza, nos planteamos hacer un Rábida 360 y que tuviéramos un programa de actividades para todas la épocas del año". Y así, en el marco de esta iniciativa, los onubenses han podido disfrutar de La Rábida en Primavera, una atractiva propuesta puesta en marcha por primera vez en 2022, que finalizó con gran afluencia de público y un alto grado de satisfacción por parte del mismo. Este año, la programación de La Rábida en Primavera está dedicada al aniversario del Parque Botánico José Celestino Mutis, que el pasado 15 de marzo cumplió tres décadas desde su inauguración. Por ello, hasta el próximo 6 de mayo este espacio natural seguirá siendo el gran protagonista del conjunto rabideño. 

El entorno del parque se ha animado con divertidas figuras para atraer a los más pequeños

Además, el parque, "que está en constante renovación", este 2023 incluye entre sus mejoras la señalización de más de 200 especies y la implantación de un proyecto de energía solar de iluminación del entorno. Una puesta a punto que también se debe al esfuerzo de quienes mantienen los diversos jardines del recinto. "Tenemos un grupo de jardineros que le ponen el alma y el corazón al parque y esa belleza había que ponerla en valor", dice Agustín, haciendo un guiño al gran trabajo desempeñado por los 9 conservadores del entorno de La Rábida.

Las especies más llamativas

En este espacio verde que parece sacado de un cuento el visitante podrá encontrar alrededor de 750 plantas de todos los países. En el lago conviven plantas acuáticas de nuestro entorno junto con otras de origen diverso. Los papiros, los nenúfares y los cipreses de los pantanos han encontrado su hábitat y comparten agua con los juncos o las eneas.

Las plazas a modo de nudos entre los caminos, se encuentran dedicadas a algunos de los países americanos que muestran su flora en el parque. Cada país ofrece en su plaza su especie más característica. Existen verdaderas joyas de interés botánico en ellas, ejemplares que han conseguido adaptarse a este nuevo emplazamiento en el Viejo Mundo.

"A mí, por ejemplo, me llama la atención el árbol del coral, porque además ahora está precioso con sus flores rojas. Además, este año tiene a las estatuas de la ilusión abajo, junto a los pitufos y es una estampa digna de visitar", sugiere Agustín Medina. También destaca toda la vegetación del invernadero, donde los visitantes pueden deleitarse con bellas plantas como las orquídeas. "Lo más curioso es que puedes visitarlo tantas veces como quieras que nunca vas a encontrarlo igual. Al ser un parque vivo va cambiando, con nuevas especies". Dice el responsable de la zona, que "visitar el invernadero es sumergirte en una selva". A modo de curiosidad, asegura que hay una planta que ya estaba en el Pleistoceno, la época de los dinosaurios, y que ha sobrevivido. "Es curioso verlo y pensar que ya existía hace miles de años. Pues como esa, montones. Hay vegetación para todos los gustos".

Visitantes en el Parque Botánico Celestino Mutis