Jesús Mora López: superación día a día

Puntaumbrieño de corazón comparte su amor por el Recre, su familia y sus vecinos

Pablo Gómez Prieto, magnífico pintor onubense

Jesús Mora López, un puntaumbrieño ejemplar.
Jesús Mora López, un puntaumbrieño ejemplar. / Fernando Barranco Molina
Fernando Barranco Molina

Punta Umbría, 19 de diciembre 2022 - 05:00

Puntaumbrieño de nacimiento y cada día más arraigado a nuestra población, por la que trabaja y lucha día a día desde que empezó su vida laboral, que por cierto, fue bien pronto por los avatares de la vida. Vino al mundo en Huelva en el Hospital de la Merced. Hijo de Isabel Mora López y enseguida recaló en Punta Umbría, solo unas horas después, y aquí pasó sus primeros años junto a su abuelo “El Poni”, quien lo acogió como si fuera su padre y le inculcó los valores que hoy tiene de trabajador, de seriedad y de amor al prójimo.

Estudió la ESO en el Colegio Público San Sebastián de Punta, del que guarda un gran recuerdo del profesorado que tuvo. Más tarde su madre tuvo la gran idea de enviarlo interno a Sanlúcar de Barrameda, al Colegio del Instituto Social de la Marina, donde estuvo tres años que le ayudaron mucho en su formación académica y personal.

De nuevo en Punta Umbría emprendió su vida laboral realizando múltiples trabajos como mariscador o albañil. Después regentó un kiosco en el que yo le compraba diariamente la prensa. Y ahí fue donde empecé a tratarlo, al igual que a su encantadora esposa, que por cierto era la nieta de un gran amigo mío que era policía local: José María Arenas, con quien compartí muchos años de vida municipal, ya que durante una época fue policía de obras.

Jesús se casó muy joven y tuvo tres hijos a los que adora. Los dos más pequeños le acompañan siempre a ver los partidos que juega el Recreativo tanto en el Estadio Colombino como en los campos en los que le toca jugar fuera de Huelva. Jesús es un gran recreativista que no se pierde ni un solo partido, siempre acompañado por su fie esposa y por sus hijos, como hemos dicho.

Antes me he referido al colegio donde estuvo internado y que tanto bien le hizo. A pesar de los años transcurridos, hace solo unos días, en una visita que realizó el Recreativo de Huelva a Sanlúcar de Barrameda para jugar con el equipo local, se pasó por su antiguo colegio a saludar a sus antiguos profesores, que aunque mayorcitos, todavía estaban por allí. La alegría por ambas partes fue mayúscula, porque vaya por donde vaya Jesús siempre es muy querido por ser una gran persona que derrocha cariño por donde pasa.

Ahora Jesús, en su afán de superarse día a día, tiene en la calle Ancha una agencia inmobiliaria con la que aporta su granito de arena en pro de una Punta Umbría más moderna, dejando atrás aquel oficio tan arraigado en los pueblos como eran los “corredores”. Y no solo eso, sino que también montó una sucursal en el centro de Huelva que lleva a mucha gala el nombre de Umbría.

Pero en su vida privada, además del amor a su familia, al Recre y a su trabajo, me gusta destacar en él su amor a la patrona de su pueblo y patrona de los marineros, la Virgen de Carmen. Jesús es uno de esos costaleros vestidos de blanco que lleva a la Virgen todos los años al mar para bañarla en las aguas de Océano Atlántico. Una cita que hace que tanta gente del pueblo y visitantes acudan todos los días 16 de julio de cada año. Y deseando está de que en un futuro no muy lejano sus hijos sigan con la tradición y se metan debajo del paso de la Virgen como lo hace él.

Ahora en invierno, que el pueblo está más tranquilo y todo el mundo está más relajado, Jesús acude cada tarde a tomar café conmigo y con otros amigos que formamos una tertulia para hablar de la historia de Punta Umbría, de cultura, de fútbol y de muchos temas de actualidad.

En definitiva, que en este pueblo hay mucha calidad en sus habitantes. A mí no se me olvidan nunca las palabras de mi amigo Pierre Charlés, aquel francés tan culto que pasaba todos los inviernos en Punta Umbría y que se sorprendía de la cultura que atesoraba cualquier persona de aquí, fuera cual fuera su oficio. Porque igual que hoy he traído mi gran amigo Jesús a estas páginas, también traeré otros amigos que merecen la pena destacar. Punta Umbría es rica en todo, en sus paisajes, en su gastronomía y, sobre todo, en su gente. Y Jesús es un claro ejemplo.

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