El Instituto de Educación Secundaria Puerta de Andalucía, ubicado en Santa Olalla del Cala, acoge alumnos procedentes de la localidad, así como de Almadén de la Plata, Real de la Jara (Sevilla), Arroyomolinos de León, Cala y Zufre.

Para asistir a clase desde estos municipios, unos 62 estudiantes que residen en las zonas colindantes necesitan de un transporte escolar a diario. En concreto, aquellos que van desde Cala y Arroyomolinos de León. Desde el pasado curso cuentan con un autobús para el desplazamiento y este año lo consideran "insuficiente", ya que la cifra de alumnos supera al de las plazas, contando el autobús con solo 54. Además, dos de las estudiantes tienen movilidad reducida, por lo que necesitan acceder al vehículo con silla de ruedas.

"El viernes 15 empezó el curso en el instituto de Santa Olalla del Cala y ocho niños se tuvieron que quedar fuera del autobús porque no tenían sitio", cuenta a este periódico la alcaldesa de Cala, María Teresa Rodríguez.

Además, cuenta, "dos niñas necesitan que el autobús esté adaptado como el año pasado, ya que usan silla de ruedas y necesitan una plataforma para poder subir, además de un monitor para acompañarlas y más espacio en el vehículo". 

La alcaldesa asegura que el pasado lunes, los padres y madres de los estudiantes afectados se dirigieron a ella para contarle la situación y pedir una rápida solución. Mientras tanto, "este miércoles los niños no han cogido el autobús y no han ido a clase en señal de protesta. Mañana ocurrirá lo mismo hasta que la Junta no lo solucione", explica Rodríguez.

Tras recoger 114 firmas de los padres solicitando que incorporen un autobús más, la alcaldesa afirma que esto se ha puesto en conocimiento de la Delegación de Desarrollo Educativo en Huelva y que están a la espera de que se solvente. "La Junta de Andalucía es quien tiene que solicitar a la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) que contrate un autobús más, así como un monitor para las niñas con necesidades especiales".

Esperan contar con el nuevo vehículo cuanto antes porque, dice, "esto está provocando incluso que los niños se peleen entre ellos para montarse en el autobús a diario".