Un año después de la extraña desaparición en El Cerro de Andévalo de Simón Rodríguez Domínguez -que entonces tenía 78 años de edad- la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva continúa con las investigaciones de cara a encontrar alguna pista que permita esclarecer lo sucedido, y por tanto dar con su paradero. Del mismo modo, según fuentes del Instituto Armado, las patrullas de servicio de la zona tampoco han interrumpido las labores de búsqueda.

En este sentido, según las mismas fuentes, a lo largo del último año se han puesto en marcha distintas jornadas de búsqueda, promovidas por la propia Guardia Civil, en las que también han participado familiares, amigos y vecinos del desaparecido, así como voluntarios de Protección Civil y el Ayuntamiento de dicha localidad andevaleña. La última de estas batidas tuvo lugar el pasado mes de octubre.

Igualmente, prosiguen las mismas fuentes, los investigadores del Instituto Armado siguen manteniendo entrevistas periódicas con los familiares de Simón Rodríguez Domínguez. El último de estos encuentros ha tenido lugar precisamente durante el pasado mes de enero en el puesto de la Guardia Civil de El Cerro de Andévalo, estando previsto celebrar una próxima reunión de este tipo a lo largo del presente mes de febrero.

Este miércoles, 1 de febrero, se cumplió un año desde que Simón Rodríguez Domínguez saliera de su domicilio en el municipio andevaleño, para no saber de él nada desde entonces. Es como "si se lo hubiese tragado la tierra", como han repetido por activa y por pasiva a lo largo de los últimos 365 días familiares, vecinos y amigos de la familia del desaparecido.

Se da la circunstancia de que, cuando Simón Rodríguez desapareció, necesitaba atención médica urgente y tenía escasa movilidad, lo cual ha añadido entre sus familiares y allegados más angustia, si cabe, a esta ya de por sí dura situación.

Perros del servicio Cinológico de la Guardia Civil, un helicóptero, gafas de visión nocturna, hasta siete patrullas del Instituto Armado, tres drones, vecinos con quads, todo terrenos y motos y bicicletas de campo, y más de un centenar de personas a pie. Estos fueron los medios materiales y humanos que se desplegaron durante los primeros diez días tras la desaparición de Simón en El Cerro. Un amplio operativo que resultó infructuoso ya que su paradero, un año después, sigue siendo todo un misterio.

El último día que fue visto, Simón salió de su casa pocos minutos después de las nueve de la mañana para acudir andando al consultorio médico del municipio, y desde entonces nada se ha sabido de él.

El Ayuntamiento del municipio también se volcó, poniendo a disposición del dispositivo de búsqueda todo lo que estuvo en su mano, según relató a esta redacción el alcalde, quien resaltó que "parece que se lo hubiese tragado la tierra", y quien puso de relieve la "enorme sensación de tristeza y preocupación" que la desaparición de Simón Rodríguez había dejado en el pueblo ya que "pertenece a una familia muy conocida y querida en El Cerro".

Los dispositivos de búsqueda llevados a cabo peinaron tanto el término municipal de El Cerro, como en una segunda fase los términos de los municipios vecinos, centrándose especialmente en los caminos rurales, pozos y parajes de la zona que Simón solía frecuentar cuando iba de cacería.