Francia agiliza la entrega del sospechoso del doble asesinato de Almonaster

La Justicia francesa se mostró ayer favorable a entregar a España al ciudadano español de origen boliviano que está acusado del asesinado de una mujer y un niño hace 18 años en la localidad onubense de Calabazares (Almonaster), indicaron a Efe fuentes judiciales.

El Tribunal de Apelación de Toulouse, donde se encuentra arrestado el sospechoso, se pronunció de forma favorable a la extradición a España de Genaro Ramallo Guevara, de 52 años. La entrega, a la que el acusado no se opuso, tendrá lugar "en los próximos días", indicaron las fuentes, sin precisar una fecha concreta.

Guevara fue detenido el pasado día 30 cerca de Toulouse, en el sur de Francia, tras emitir una orden de arresto europea las autoridades españolas, que le consideran sospechoso del asesinato en 1993 de una mujer y su hijo de 5 años.

La investigación sobre el doble asesinato fue relanzada después de que el pasado día 18 de septiembre fueran encontrados los dos cadáveres, decapitados y envueltos en plásticos, en un pozo situado en una finca que perteneció a Ramallo Guevara, que fue detenido cuando se dirigía al consulado español.

El jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, Antonio Jesús Figal, se refirió al caso tras la celebración del día de la Policía Nacional. "Recibimos un dossier con 250 casos antiguos sin esclarecer de la Policía Judicial desde Madrid y se han resuelto ya entre 25 y 30 de esos", indicó Figal, que explicó que la brigada de Homicidios rescató el caso y logró hallar la finca en la que fueron encontrados los cuerpos de las víctimas, la funcionaria sevillana María del Carmen Espejo y su hijo Antonio.

El padre y la tía de la mujer denunciaron la desaparición en enero de 1994.

La Policía preguntó a Genaro Ramallo por qué no había presentado una denuncia y éste aseguró que había dejado a la mujer. "Incluso aseguró a los agentes que mantenía contactos periódicamente con su hijo en el Parque del Retiro, en Madrid".

Hasta aproximadamente 20 días antes de su detención, el sospechoso vivía en Huelva "llevando una vida aparentemente normal", concretamente regentando una academia de clases particulares. Al conocer el hallazgo de los cuerpos por los medios de comunicación huyó a Francia, donde fue detenido en las inmediaciones de Toulouse. Todavía no se conoce cómo se cometieron los crímenes.

El acusado y sospecho ha ofrecido hasta ahora varias versiones que no hacen más que crear confusión en los hechos. También está por aclarar dónde y cuándo se produjo el doble asesinato y si los cuerpos encontrados a los 18 años del crimen fueron trasladados a la aldea de Calabazares desde otro lugar.

La madre del niño, María del Carmen Espejo, era funcionaria de la Junta de Andalucía y quedó prendada del encanto hablador que desprendía el boliviano. Hablador, educado, extrovertido, nadie, ni sus vecinos ni sus alumnos, se atreven a explicar qué ha podido suceder para que el profesor de matemáticas acabe de esta forma.

De momento es sospechoso de cometer un doble asesinato. El Juzgado número 3 de Huelva tiene en su poder mucha información que deberá ordenar y contrastar cuando en los próximos días Genaro Ramallo tenga que sentarse ante la jueza y explicar el por qué de muchas cosas. Lo primero es buscar una coartada para 18 años de misterio, de contradicciones sobre la desaparición de la mujer y su hijo y su posterior hallazgo, enterrados, en un pozo de una finca de su propiedad. El detenido no denunció la desaparición de su pareja alegando que ella "le había abandonado". Otra contradicción más.

También queda por aclarar si el asesino actuó solo o en compañía de otros. Trasladar los cadáveres a un lugar tan distante como la Huerta del Cura en la aldea de Calabazares no es tarea fácil. Deja muchas huellas por el camino. Por eso parece que el doble crimen se cometió allí mismo.

A Ramallo Guevara no sólo se le conoce su carácter mujeriego sino que también ha recogido su forma de pensar y de ser en publicaciones de libros. El mismo se presenta como un boliviano de La Paz, nacido en 1959, profesor de matemáticas asentado en España desde 1969, donde se realiza como "contador de sentimientos hacia su tierra y el hombre".