María Eugenia González Gallardo: Directora instituto Bitácora de Punta Umbría
Gentes de aquí y de allá
Cordobesa y amante de la ciencia, fijó en Punta Umbría su residencia definitiva y se hizo cargo de la dirección de uno de sus centros escolares de referencia

Punta Umbría/Bujalance es un pueblo de la provincia de Córdoba que tiene el título de ciudad y unos antecedentes árabes muy esplendidos, alcázar, castillo, mezquita dan buena prueba de ello y después de épocas posteriores, múltiples casas señoriales, iglesias, torres, lo que lo hacen un municipio muy apetecible de visitar, se encuentra situado en plena campiña cordobesa y muy cerca de la provincia de Jaén. Pues en ese lugar tan bonito nace María Eugenia en un parto compartido con otra hermana melliza siendo ellas las dos menores de 5 hermanos. Esto ocurrió en el año 1976.
Sus padres regentaban una tienda de comestibles adosada a su vivienda en la que todos los hermanos ayudaban y dice María Eugenia que estar en tantos momentos detrás de un mostrador le sirvió de mucho en esta vida, porque allí se aprende mucho, se adquiere unos conocimientos sobre las personas que de otra forma no es posible.
Estudió sus estudios primarios y el bachiller en su pueblo y luego se fue a la capital a estudiar en la Universidad de Córdoba, la carrera de Química obteniendo la licenciatura porque ella era una enamorada de la ciencia, pero a la vez tenia pasión por la enseñanza, le gustaba mucho la docencia, tanto es así que ella estudiaba y se colocaba delante de un espejo y explicaba todo lo que aprendía al espejo como si estuviese explicándolo a sus alumnos.
Prepara oposiciones y las supera, pero de momento obtiene solo plazas para hacer sustituciones por la baja de otros profesores, es muy curioso lo que le ocurrió en Sevilla donde fue su primer trabajo, iba ella camino del colegio por la calle Zaragoza esa calle bonita sevillana que yo conozco bien por mis visitas a la célebre taberna del alabardero del cura Lezama y cual no sería la cara de felicidad y lo contenta que iba, que un señor con el que se cruzó le preguntó, señorita que feliz va usted, permítame que le pregunte que le pasa y ella toda sonriente le contestó es que voy a trabajar por primera vez. Es que María Eugenia tenía pasión por la docencia.
Por fin obtiene un destino en la provincia de Huelva y conoce al que se iba a convertir en su marido y viene a ocupar una plaza de profesora al Instituto Saltés de Punta Umbría donde pasa 5 años y para ella es otra universidad por los conocimientos que adquiere sobre la población puntaumbrieña y su sociedad y le proponen a ella y a otros compañeros formar parte del claustro de profesores del nuevo instituto que se estaba construyendo en Punta Umbría y aceptan con un proyecto de enseñanza innovador.
Hace ya 10 años que yo fui como técnico municipal a replantear para dar comienzo a las obras que por cierto se construyó en un tiempo récord. Y desde que empezó a funcionar ese instituto al que bautizaron con el nombre de Bitácora, María Eugenia fue designada por sus compañeros para que ejerciera como directora y Mari Carmen Riaño Delgado como jefa de Estudios, lo que no dejó indiferente a los vecinos del Barrio Romano que decían que era una temeridad que dos mujeres llevaran la dirección del instituto, que allí lo que hacían falta eran hombres. Era la mentalidad de entonces, que ya hoy afortunadamente ha cambiado sobre todo viendo los resultados que se están obteniendo con el alumnado, con la seriedad, las notas, la felicidad y la conciencia de los niños que yo mismo he podido comprobar recientemente, un día que fui invitado a dar una charla sobre la historia de Punta Umbría y vi la atención y la formalidad de los alumnos.
El nombre de Bitácora no pudo estar mejor elegido porque su significado en educación no es otra cosa que la comunicación entre el estudiante y el docente donde el alumno se involucra activamente en el proceso de su propia formación, pero también en términos marinos la bitácora o cuaderno de bitácora es donde quedan anotados todos avatares de una navegación.
María Eugenia vive en Punta Umbría en compañía de su marido porque desde que vino por primera vez a este pueblo le gustó tanto que fijó aquí de forma definitiva su vivienda que comparten con su hijo Pablo que en la actualidad tiene 12 años y de la que se siente muy orgullosa.
Y siguiendo con el instituto, decir que no es muy grande porque solo cuenta con unos 200 alumnos lo que hace que la labor de los profesores sea muy llevadera y manejable. Son actualmente 23 profesores los que llevan este centro de forma admirable, pero me dice ella y me insiste para que yo refleje que no es solo una labor de la dirección, que es una labor de todo el equipo que están volcados con el proyecto educativo.
Además de llevar la dirección, también imparte clases de Física y Química, pero no solo eso, ella asume la coordinación del Plan de convivencia del centro y me llamó la atención positivamente la disciplina que se ejerce sobre el alumnado, entre ellas, prohibido terminantemente el uso de móviles, no solo de su utilización, es que no se permite ni siquiera que lo lleven encima.
Se ha implantado de forma muy efectiva el juego del ajedrez en el centro, tanto es así que se ha creado una corriente ajedrecista que ha calado muy hondo en el alumnado, tanto es así que participan en muchos campeonatos y hoy mismo la llamé por teléfono y estaba en Bollullos del Condado en un campeonato con otro centro. Hay algún alumno que destaca siendo solo un niño pero que tiene una proyección que cuando tenga unos años más puede llegar muy lejos.
Pero no solo es eso, en el Instituto reciben visitas de personas del pueblo que aportan otras visiones de historia del pueblo, de experiencias, de medio ambiente y otras materias que causan sensación entre los niños y niñas que se están formando, además de hacer excursiones para conocer cosas interesantes del exterior, como puede ser el Parque Nacional de Doñana, Lugares Colombinos, Cuenca Minera, en definitiva que Punta Umbría puede estar orgullosa de la preparación que obtienen los alumnos de este centro gracias al interés de una directora como María Eugenia y de todo su equipo directivo. Desde estas letras yo personalmente les doy mi más cordial enhorabuena.
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