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Detenidas 17 personas por la caza furtiva en el Espacio Natural de Doñana

  • La operación Pardina se puso en marcha hace cuatro meses, después de que técnicos de la Consejería de Medio Ambiente detectaran un repunte de esta actividad ilegal

Agentes de la Guardia Civil de Huelva han detenido a 17 personas en el curso de la llamada operación Pardina contra la caza furtiva en la zona de hábitat y expansión del lince ibérico en el Espacio Natural de Doñana y su entorno, según informaron ayer fuentes del instituto armado.

Según la Benemérita, se había constatado por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio un rebrote de la actividad furtiva en estos territorios, por lo que durante cuatro meses efectivos la Guardia Civil han barrido literalmente el Espacio Natural de Doñana, su entorno y potenciales zonas de expansión de esta especie en peligro crítico de extinción.

El instituto armado estableció un dispositivo para la erradicación de la caza furtiva que se ha saldado con un total de 17 cazadores furtivos.

Los agentes han intervenido en el curso de la operación de una escopeta de caza, un rifle de caza, dos silenciadores ilegales, seis linternas, siete armas blancas, ocho mochilas para transporte de carne, 34 lazos, 4 jaulas trampas, cuatro cérvidos, un jabalí muerto, 14 trofeos de corzo, cartuchería de distinto calibre, así como un puesto portátil para la cuelga de perdiz, un jabalí vivo utilizado como reclamo para una jaula trampa, un perro capturado en un lazo, un tejón, cuatro pollos de jilguero y 13 huevos de jilguero.

Ya durante los años 2011 y 2012 se detuvieron a 13 furtivos después de que aparecieran dos ejemplares de lince ibérico aparentemente tiroteados en Aznalcázar (Sevilla) y un tercer ejemplar con una pata amputada por un cepo.

El uso de medios no selectivos, especialmente lazos y cepos en estas áreas, así como jaulas trampa, constituyen un peligro para cualquier especie de carnívoro entre las que se encuentran linces, zorros o tejones.

Del mismo modo, los perros de presa que usan los furtivos son seleccionados generación tras generación y adiestrados para la caza del jabalí y cuando no cumplen las expectativas del propietario, son abandonados, constituyendo jaurías de perros asilvestrados que se convierten en un grave peligro para el lince ibérico, especialmente en época de cría.

Las diligencias policiales instruidas por la Guardia Civil, junto con detenidos, han sido puestos a disposición del Juzgado de Guardia de La Palma del Condado.

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