Unas 120 personas disfrutarán este verano en la playa del Caño de la Culata (Cartaya) del programa ‘Un baño sin Berreras’, una iniciativa pionera en Huelva que alcanza este año su 24 edición, y que organiza de nuevo Cruz Roja Huelva con el apoyo de los Ayuntamientos de Cartaya y la capital provincial.

Con esta iniciativa, una treintena de voluntarios de Cruz Roja trabajan un verano más para mejorar la calidad de vida de quienes tienen más dificultades, superando obstáculos haciendo que, personas con movilidad reducida, disfruten de la playa y de baños en las plácidas aguas de la ría del Piedras.

Para ello, entre otros elementos, la iniciativa pone a disposición de sus usuarios varios ‘anfybuggy’, de los que cada verano se benefician cientos de personas con movilidad reducida.

En la presentación de esta nueva edición de ‘Un baño sin Barreras’ han participado este viernes la presidenta provincial de Cruz Roja, Patricia Mauri, y los alcaldes de Huelva y Cartaya, Pilar Miranda y Manuel Barroso, respectivamente; además de otros responsables de dicha ONG y de los colectivos y asociaciones que se benefician de la misma.

Para Mauri ‘Un baño sin barreras’ es una actividad con una "gran importancia" para que muchas personas puedan sentir el agua del mar o dar un paseo por la orilla. Para ello, añade "solo hay que ver su conmovedora mirada cuando se dan un baño y comparten momentos de diversión y disfrute en la playa".

Mauri también añadió que, "el compromiso, la formación y la solidaridad" de los alrededor de 30 voluntarios de Cruz Roja que participan en la iniciativa, así como la colaboración del Ayuntamiento de Cartaya y el patrocinio del Consistorio de Huelva, "son los motores que hacen funcionar el programa, cuya gran meta es, una vez más, "lograr superar todos los límites para que, en los meses de julio y agosto, más de 120 personas con movilidad reducida puedan disfrutar de la playa de forma plena".

En el programa se han adscrito este año Aspacehu, Aspapronias, Faisem, el Centro de Personas Mayores de La Orden, la Asociación de Enfermos Renales Alcer y el Centro de Personas Mayores y Dependientes de Cartaya, a las que se suman durante todo el verano numerosas personas a título personal que contactan directamente con Cruz Roja interesados en participar.

Los voluntarios prestan un servicio integral, que incluye la recogida de las personas usuarias y sus acompañantes en sus domicilios y en las sedes de las entidades adscritas, así como el transporte hasta la playa, donde les ayudan a bañarse gracias a cuatro ‘anfibuggy’, al tiempo que hacen posible que pasen una jornada de convivencia y diversión en las carpas habilitadas para el disfrute de cada jornada.

La alcaldesa onubense señaló que el Ayuntamiento de Huelva "no duda en poner recursos a disposición de Cruz Roja para garantizar el traslado de las personas de muy diversas asociaciones de atención a colectivos vulnerables, contribuyendo así a eliminar cualquier barrera y que quienes lo tienen más difícil en su día a día puedan disfrutar del mar y de la diversión compartida en la playa, algo que difícilmente podrían hacer sin esta unión de fuerzas para que sea posible".

Por su parte el primer edil cartayero subrayó "la apuesta del Ayuntamiento por mejorar la accesibilidad de las playas de Cartaya y el apoyo municipal a este programa", una iniciativa que calificó de "extraordinaria" para el que "ponemos a disposición de Cruz Roja toda nuestra infraestructura y una playa totalmente accesible con pasarelas, duchas y carpas con zonas de sombra para personas con movilidad reducida, además de tres anfibuggy".

Finalmente, la presidenta de Cruz Roja Huelva precisó que "el equipo de voluntariado procede de distintas áreas asistenciales de nuestra Organización, desde técnicos sanitarios a socorristas acuáticos, pasando por educadores sociales y conductores de vehículos adaptados, de vehículos de apoyo y voluntariado de acompañamiento, todos formados con anterioridad para garantizar la seguridad de las personas usuarias en los baños en el mar, y para desarrollar las acciones de animación con paseos por la orilla, charlas, talleres, juegos y otras actividades lúdicas que ayudan a normalizar la vida de las personas con movilidad reducida eliminando barreras".