Huelva

Las personas con movilidad reducida disfrutan de un baño en la playa gracias a la Cruz Roja

Las personas con movilidad reducida disfrutan de un baño gracias a la Cruz Roja.

Las personas con movilidad reducida disfrutan de un baño gracias a la Cruz Roja. / M.G.

24 años de compromiso, formación y solidaridad de alrededor de 30 voluntarios de Cruz Roja ha llevado a cabo un año más esta iniciativa en la que las personas con movilidad reducida pueden disfrutar de un baño en la playa. Con la colaboración del Ayuntamiento de Huelva y de Cartaya, el programa Un baño sin barreras es la gran meta a alcanzar para “superar todos los límites y que, en los meses de julio y agosto, más de 120 personas con movilidad reducida puedan disfrutar de la playa de forma plena”, aseguró la presidenta de Cruz Roja Huelva, Patricia Mauri.

“Hay personas que nos llaman para preguntar dónde estará el anfybuggy, para alojarse en el hotel más cercano y poder participar en el programa Un baño sin barreras, lo que nos da una idea de la importancia que tiene para que muchas personas puedan sentir el agua del mar o dar un paseo por la orilla, ver su conmovedora mirada cuando se dan un baño y compartir momentos de diversión y disfrute en la playa”. Con estas palabras, la presidenta de Cruz Roja Huelva, Patricia Mauri, resume claves de Un Baño Sin Barreras.

En el programa se han adscrito Aspacehu, Aspapronias, Faisem, el Centro de Personas Mayores de La Orden, la Asociación de Enfermos Renales Alcer y la Residencia de Personas Mayores de Cartaya, además de numerosas personas particulares que contactan directamente con Cruz Roja. Los voluntarios prestan un servicio integral, que incluye la recogida de las personas usuarias y sus acompañantes en su domicilio, previa llamada a la ONG, y en la sede de las asociaciones adscritas, así como el transporte hasta la playa, donde les ayudan a bañarse, gracias a cuatro vehículos anfibios denominados anfibuggy, al tiempo que hacen posible que pasen una jornada de convivencia y diversión en las carpas habilitadas para el disfrute.

La silla anfibuggy permite mejorar la accesibilidad a la playa. La silla anfibuggy permite mejorar la accesibilidad a la playa.

La silla anfibuggy permite mejorar la accesibilidad a la playa. / M.G.

En la presentación oficial, la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, señaló que "el Ayuntamiento de Huelva no duda en poner recursos a disposición de Cruz Roja para garantizar el traslado de las personas de muy diversas asociaciones de atención a colectivos vulnerables, contribuyendo así a eliminar cualquier barrera y que quienes lo tienen más difícil en su día a día puedan disfrutar del mar y de la diversión compartida en la playa, algo que difícilmente podrían hacer sin esta unión de fuerzas para que sea posible”.

Por su parte, el alcalde de Cartaya, Manuel Barroso, destacó “la apuesta del Ayuntamiento por mejorar la accesibilidad de las playas cartayeras y el apoyo municipal a este programa, una iniciativa extraordinaria para el que ponemos a disposición de Cruz Roja toda nuestra infraestructura y una playa totalmente accesible con pasarelas, duchas y carpas con zonas de sombra para personas con movilidad reducida y tres anfibuggys". Esta implicación, subrayó Barroso, demuestra "el compromiso municipal con una playa accesible, inclusiva y apta para todos y todas, donde cualquiera pueda darse un baño sin impedimentos". Al primer edil cartayero le acompañaron el concejal de Núcleos Costeros, José María Brito, y de Servicios Sociales, Silvia Robles.

Finalmente, la presidenta de Cruz Roja Huelva explicó que “el equipo de voluntariado procede de distintas áreas asistenciales de nuestra Organización, desde técnicos sanitarios a socorristas acuáticos, pasando por educadores sociales, hasta conductores de vehículos adaptados, de vehículos de apoyo y voluntariado de acompañamiento, todos formados con anterioridad para garantizar la seguridad de todas las personas usuarias en los baños en el mar y para desarrollar las acciones de animación con paseos por la orilla del mar, charlas, talleres, juegos y otras actividades lúdicas que ayudan a normalizar la vida de las personas con movilidad reducida eliminando barreras y llenado de alegría su verano”.

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