La Comisión Liquidadora de MRT tensa la maraña judicial del proyecto minero

El nuevo intento de la Comisión Liquidadora de MRT por bloquear el avance del Proyecto Río Tinto ha caído como un jarro de agua fría en el seno de la multinacional Emed Mining, que ayer mismo presentaba su informe trimestral en la Bolsa de Londres. La Comisión Liquidadora, un órgano que aún está controlado e influenciado por Carlos Estévez, comunicó a la Junta de Andalucía su oposición a que autorice a Mantesur o a Emed el ejercicio de la actividad minera mientras no se resuelva la demanda de nulidad del contrato de compraventa admitida a trámite por un juzgado de Sevilla que analizará el cumplimiento de las obligaciones de mantenimientos de las balsas de residuos mineros.

Fuentes de la multinacional aclararon ayer, ante la nueva jugada legal de Minas de Río Tinto, que "MRT ejercita una acción de resolución de la adquisición de la Unidad Industrial operada en su día entre MRT y Mantesur. Pero, según dispone el Código Civil (artículo 1257) dicho contrato solo vincula a las partes y a sus herederos, es decir, a MRT y Mantesur y, por tanto, Emed no puede ser considerado como parte".

En su intento de solventar este nuevo escollo jurídico, fuentes de la compañía subrayan que "toda vez que la adquisición de la finca 843 se produjo de buena fe y conforme a derecho, Emed goza de la protección al tercer adquiriente del inmueble que concede la Ley Hipotecaria. Ello significa que la resolución que se decrete por la sentencia no puede perjudicar a Emed como tercer adquiriente de buena fe que no fue parte en el contrato original ni es heredero de ninguna de las dos empresas".

Fuentes del departamento jurídico de la compañía minera informaron ayer, tras analizar las informaciones dadas a conocer por la Comisión Liquidadora, que "el Juzgado (auto de fecha 9 de noviembre de 2011) no ha admitido la demanda contra Emed, por lo que el efecto de la resolución judicial no podría abarcar las cosas que fueron objeto del contrato (la unidad industrial y los derechos de explotación), no sólo porque Emed no es parte del procedimiento, sino porque Mantesur no puede devolver aquello que es propiedad de Emed".

La multinacional considera que "la acción no debe prosperar por dos razones principalmente: Mantesur y Emed sí llevaron a cabo labores de mantenimiento" y añade que "la acción tiene una finalidad exclusivamente oportunista para causar un perjuicio a Emed no siendo el legítimo ejercicio de un derecho". "Sin embargo, y dado que el juez reconoce que el titular de la finca 843, unidad industrial y derechos mineros sobre la explotación minera es Emed, el juez acuerda notificar la existencia del procedimiento. Dicha decisión (judicial)no presupone que la sentencia vaya a afectar a Emed, sino para tutelar los derechos de Emed", insiste la multinacion al.

A los efectos de una protección completa de los derechos de Emed, la empresa estudia la posibilidad de intervenir, coadyuvando con Mantesur en la defensa para evitar que se vuelva a repetir la conducta de la Comisión Liquidadora de MRT con esta demanda temeraria, y evitar que el resultado pueda afectar a la imagen del proyecto. El objetivo es parar el intento de dañar la credibilidad de Emed y del proyecto que representa en caso de que finalmente se dé una sentencia favorable a los intereses de la Comisión.

A pesar de esta especie de estrategia de confusión, el director general de Emed Mining, Harry Anagnostaras Adams, apuntó ayer en Londres que la multinacional "entra en 2012 llena de optimismo con respecto a la autorización y puesta en marcha de la mina de cobre de Riotinto". "Esperamos poder reiniciar la explotación en el tercer trimestre de 2012, a partir del cual las actividades escalarán hasta el objetivo de producción estable de 9 millones de toneladas de mineral por año y 82 millones de libras de concentrado de cobre en 2014".

Anagnostaras cree que en tres meses debe aclararse la transferencia de los derechos mineros (o licencia administrativa) que permitiría a la Mining utilizar los terrenos de terceros que se requieren para el proyecto" y que ahora, sin citarlos, están en manos de Rumbo 5.0 y Zeitung.

Emed entiende que la Compañía y su personal han venido siendo objeto de una campaña de interferencia diseñada para impedir el desarrollo de la mina de cobre de Riotinto. "Estas actividades parecen tener como objetivo conseguir una compensación económica a cambio del cese de las mismas", sugiere la empresa minera.