La Red Andaluza de Teatros Públicos estará esta semana en diferentes municipios de la provincia de Huelva con espectáculos de teatro y danza. El programa de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, gestionado a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, acerca las artes escénicas a los municipios andaluces adheridos cada año.

Concretamente, día 17, en Cartaya estarán María Moguer y Raúl Durán Compañía de Danza con Recuerdos olvidados un espectáculo que conmemora el año de nacimiento del autor Mario Benedetti (1920), y surge a partir de algunos poemas de su libro El olvido está lleno de memoria, donde se muestra la visión poética de unos conceptos que, hoy en día, están más vigentes que nunca; memoria-olvido. La relación existente entre ambos términos como punto de inicio y punto final. La danza de la búsqueda, el encuentro, la seducción, el rechazo y la retirada evoca la narrativa rítmica de la necesidad física inmortal de otros seres humanos, una necesidad que siempre se topa con obstáculos tanto internos como externos. La comprensión del impulso afectivo, a menudo erótico y destructivo, del deseo humano. En esta pieza, trabajan con los recuerdos que se graban en la memoria corporal, física y emocional, recuperándolos del temible olvido.

El miércoles, 18, en Aracena se representará El Hombre que plantaba árboles de Teatro Gorakada, dentro del ciclo de Abecedaria. Esta obra cuenta la maravillosa historia de Elzéard Bouffier, un pastor imaginario, aunque totalmente creíble, que durante muchos años se dedicó a plantar árboles en una extensa zona de Provenza y convirtió en una zona llena de vida y de verdor lo que antes era un erial desolado. El relato del autor se inicia en 1913, época en que conoce al pastor solitario que plantaba árboles, y termina en esa misma comarca más de treinta años después, cuando la visita después de la guerra y la encuentra convertida en un vergel.

El sábado 21 en Punta Umbría habrá sesión doble, primero se podrá ver a la compañía A la sombrita que pondrá en escena el espectáculo Los títeres de caperucita roja. Caperucita Roja uno de los cuentos más representados y conocidos, en él se muestra a los niños la importancia de seguir siempre los consejos que les brinda la familia y el peligro de confiar en desconocidos. Esta adaptación está ideada para verla en familia, con una propuesta estética que traslada al espectador a finales del siglo XIX y principios del XX. Y después actuará La Gotera de Lazotea con Trapito Viajero, que cuenta la historia de Trapito, un trozo de sábana elegido por la niña Mara para ser su compañero inseparable, pero que lo pierden un día. Trapito sabe que Mara lo necesita y él la necesita a ella así que decide ir a buscarla siguiendo sus recuerdos. Estos lo llevará desde un lugar muy frío como es el Polo a un lugar muy cálido como la Sabana. Pero aún le quedan recuerdos para seguir buscándola. Una producción con canciones, diálogos y música en directo.

También el 21 en Almonte estará la formación de Manuel Monteagudo con su obra Taí Virginia, una tragicomedia sobre la vejez, la soledad y la locura. Un espectáculo imprescindible del teatro andaluz de los últimos 25 años. Taí Viginia cuenta una hora de la vida cotidiana de una anciana con alzheimer, que vive abandonada en su casa. Una historia que habla de la vejez, la soledad y la locura a través de un humor ácido y negro. Una comedia agridulce, carcajadas salvajes pero con un trasfondo dramático, donde todos pueden verse reflejados.

Y para cerrar la programación semanal en Aljaraque, también el 21 de octubre, se representará Cid interpretada por la compañía de Antonio Campos. Esta obra cuenta la historia de Ruy, Rodrigo Díaz, El de Vivar, El Cid, Sidi, El campeador, el buen vasallo, el que en buena hora ciñó espada, el de los mil nombres, el de los mil rostros, ya que cada uno se imagina al Cid de una manera. Y quien mejor pueden contar su historia son los habitantes de Vivar, los morocisleños, aquellos contemporáneos del Cid, los sin nombre.

Esta es la historia del Cid contada a través de sus hermanos, de los que desde que nació hasta que murió no se separaron de su Señor a través de la interpretación de Antonio Campos, acompañado con la música de La Musgaña, imprescindibles, con más de treinta y cinco años de folk Ibérico respetando la tradición y cultura heredadas de los antepasados.