Las previsiones del mercado apuntan a un nuevo renacimiento de la minería en la provincia de Huelva. Cuando muchos análisis señalaban un agotamiento del modelo productivo, los resultados de cierre del ejercicio que empiezan a conocerse estos días, los nuevos proyectos que se ponen en marcha por parte de las empresas y las iniciativas de cara a hacer de esa actividad una más sostenibles con planes de descarbonización de buena parte de sus actividades, parecen dar un impulso más que destacable a uno de los sectores tradicionales y básicos de la economía provincial.

En este contexto, según ha podido conocer Huelva Información, la planta de tratamiento de mineral de Riotinto de Atalaya Mining, consiguió un tratamiento de 15,8 millones de toneladas de mineral cobrizo, una cantidad nunca antes alcanzada y que supone un 3% más que las previsiones llevadas a cabo por la empresa a comienzo del año. Así, se ha conseguido una producción récord de 56.139 toneladas de cobre, lo que fuentes de la empresa califican como un “hito histórico” en la historia de la mina. Esto ha significado un movimiento de 30 millones de toneladas de roca estéril a lo largo del año pasado.

En cuanto a las previsiones para este mismo ejercicio Para el 2022, Atalaya “prevé mantener su producción en torno a las 54.000-56.000 toneladas de cobre”, mientras que de manera paralela “se enfocará en optimizar el proceso con vistas a incrementar la recuperación metálica”.

Atalaya Mining ha conseguido año tras año aumentar su capacidad de producción, en una estrategia que “tiene una fuerte vocación para seguir añadiendo valor al territorio, optimizando sus operaciones y ampliando su capacidad productiva”, según reconocieron a Huelva Información desde la propia empresa. Así, en 2020 se consiguió, a pesar de las restricciones que impuso la crisis sanitaria derivada de la pandemia, una producción récord de 55.890 toneladas que este año han superado con creces. Todo ello, añaden “en un difícil contexto, donde la organización ha conseguido capear las dificultades generadas por la pandemia que ha exigido el refuerzo de los protocolos sanitarios y la reorganización de las plantillas para mantener la producción”. No hay que olvidar que, al tratarse de un material básico para la casi totalidad de elementos cotidianos y sus utilizaciones en la industria, el cobre fue considerado como un producto básico.

Uno de los empleados de Atalaya Mining.

Además, han tenido que sortear “la subida desmesurada y continuar del precio de la energía, lo que está teniendo un impacto tremendo en la cuenta de resultados de toda la industria”, aseguraron desde Atalaya y puntualizan que “la compañía trabaja en diversas medidas para tratar de amortiguar el revés”. Una de ellas se convertirá en una de las previsiones destacadas para el año en curso, como es la construcción de una planta solar de 50 megavatios que dará energía verde a la mina de Riotinto. Se trata de conseguir no depender del suministro de energía a precios de mercado, especialmente gravosos para actividades electrointensivas como es la minera. Con esta planta se pretende que sea suficiente para conseguir paliar sus necesidades energéticas.

En lo que se refiere a nuevas explotaciones, en la actualidad hay que recordad que Atalaya solo cuenta con una concesión de explotación que es Cerro Colorado. Desde la empresa se quiso puntualizar que “contamos con una ampliación de esta concesión, Masa San Dionisio, con la que pretendemos prolongar la vida de este histórico yacimiento más allá de 2040. Un reto que, sin duda, contribuirá a mantener la explotación a futuro generando empleo en la comarca”.

Instalaciones de ATalaya Mining.

Atalaya posee varios permisos de investigación entre los que destaca Masa Valverde, “donde se viene realizando una intensa campaña de sondeos de investigación geológica con resultados interesantes”. Además, la compañía cuenta con Riotinto Este, compuesto por permisos de investigación que se extienden desde Nerva hasta prácticamente Guillena, en la provincia de Sevilla. En estos permisos “se está finalizando una campaña de geofísica, que permitirá definir zonas de interés para su posterior investigación”.

Entre las estrategias de ampliación de sus actividades extractivas, la empresa adquirió el 51% de la empresa Río Narcea SL, propietaria de varios permisos de investigación en el suroeste de Badajoz. Se trata del proyecto Ossa-Morena cuyo presupuesto de explotación para el año que viene se estima en unos 2 millones de euros. También destaca los proyectos de Alconchel, Guijarro y Vicaria; estos permisos de investigación aún se encuentran en una primera fase donde habrá que definir los recursos y reservas minerales, mediante diferentes planes de investigación.