La Asociación de Antiguos Mineros de Riotinto, presidida por el que fuera líder sindical de CC.OO. y vicepresidente de la Sociedad Anónima Laboral que gestionó las minas de Riotinto entre 1995 y 2001, Ricardo Gallego, ha recibido el Título de Socio de Honor de la más que centenaria Sociedad Centro Cultural de Nerva en un acto precedido por la conferencia “El Año de los Tiros. 135 años de historia no consensuada” a cargo del historiador Juan Manuel Pérez López.

Los antiguos mineros de Riotinto inscribieron su asociación en el registro de Huelva el 22 junio del 2007. Entre sus fines está el de contribuir al progreso y bienestar social de sus socios, además de cooperar en el mantenimiento de sus tradiciones e intereses comunes de los asociados y otras asociaciones. Pero su objetivo principal fue el de plantar cara a las acciones fraudulentas realizadas por el exdirector de la mina, Carlos Estévez (en busca y captura por la Justicia) y personarse en cuantas causas judiciales tenía interpuestas.

La asociación cuenta en la actualidad con algo más de un centenar de socios, de los más de 200 con los que llegó a contar. Joaquín Santos es el secretario de la misma y Juan Macías su tesorero. Se creó a los cinco años de clausurarse la actividad minera en 2002 a causa de la crisis provocada por la cotización de los metales en el mercado internacional y la manifiesta ambigüedad de las Administraciones públicas por mantener la actividad minera. A los diez años del cierre de la mina, con el precio del cobre completamente recuperado, desde la asociación ya clamaban por agilizar los trámites de su reapartura, desde la unidad de acción, con el objetivo puesto en la creación de empleo para la zona.

En el acto de homenaje a los antiguos mineros tributado por el Centro Cultural, Gallego recogió la placa conmemorativa de la distinción de manos del exminero y miembro de la Junta Directiva del Centro Cultural, Vicente Calleja. “Por su incansable esfuerzo durante años, para mantener la actividad minera en la comarca”, leyó el exminero en presencia de excompañeros que no quisieron perderse el acto, momentos antes de guardar un minuto de silencio por los trabajadores fallecidos hace unos días en la mina de Súria en Barcelona.

El que llegara a ser también alcalde de Nerva por el PCE entre 1979 y 1987 apeló también a dirigirse hacia un mismo camino a pesar de las diferentes direcciones de las que se pueda partir. “Tenemos que sumar para ganar el futuro contra la adversidad. Necesitamos un giro importante”, dijo.

Por su parte, el presidente del Centro Cultural, Francisco José Vázquez, tuvo palabras de agradecimiento para los mineros que a lo largo de los 125 años que próximamente cumplirá esta sociedad local han formado parte de la entidad, entre los que se encuentra el propio Ricardo Gallego, que también llegó a presidir el casino cultural.

La Asociación de Antiguos Mineros de Riotinto cuenta en la actualidad con 110 socios. Se creó al poco tiempo de clausurarse la actividad minera en 2002 a causa de la crisis provocada por la cotización de los metales en el mercado internacional y la manifiesta ambigüedad de las Administraciones públicas por mantener la actividad minera. A los diez años del cierre de la mina, con el precio del cobre completamente recuperado, ya clamaban por agilizar los trámites de su reapartura, desde la unidad de acción, con el objetivo puesto en la creación de empleo para la zona.

Ponencia sobre el Año de los Tiros

Antes del reconocimiento a la Asociación de Antiguos Mineros de Riotinto, el director del Archivo Histórico Minero Rafael Benjumea, Juan Manuel Pérez López ofreció a las personas que asistieron al homenaje a los exmineros una ponencia sobre el Año de los Tiros, “un tema inabarcable y muy recurrente en la historia de Riotinto”, a juicio del propio autor de la conferencia.

Pérez disertó sobre los orígenes del conflicto provocado por las calcinaciones del mineral al aire libre, sobre todo desde la llegada de la todopoderosa Riotinto Company Limited a la zona para explotar las minas de Riortinto, así como sus causas y las consecuencias que provocaron, entre ellas la masacre de personas inocentes a manos del Regimiento de Pavía en la Plaza de la Constitución del antiguo pueblo de Riotinto el 4 de febrero de 1888.