Arquitectura oculta bajo Niebla

En las entrañas de la iglesia de Santa María de la Granada se encuentra uno de los legados arquitectónicos más singulares del conjunto religioso, como son las criptas del siglo XVIII

Interior de una de las catacumbas que se encuentran en el interior de la iglesia de Santa María de la Granada.
Carlos López / Niebla

08 de marzo 2009 - 05:01

La parroquia de Santa María de La Granada es sin duda uno de los tesoros patrimoniales más importantes con los que cuenta Niebla. Todos, sin excepción, podemos deleitarnos con las sinuosas formas arquitectónicas de este edificio, que presenta una inédita composición en la que se entremezclan en superposición los rasgos de su mezquita árabe y los de su iglesia de estilo gótico-mudéjar.

Esta mezcolanza de estilos es extrapolable a su interior, donde su legado visigodo se encuentra presente en una tabla ornamental y en una silla episcopal de piedra, referentes que certifican que durante aquella época la entonces Elepla era sede episcopal.

Pero si continuamos ahondando en el análisis de este templo comprobaremos que es en las entrañas del propio edificio donde se encuentra uno de los legados arquitectónicos más singulares y ocultos a los ojos del visitante. Hablamos de las criptas que corresponden, según el historiador Pelayo Castillo, al siglo XVIII, siempre y cuando nos ceñimos a las características constructivas de los enterramientos. No obstante, cabe indagar si, como sostienen numerosos ancianos del municipio, existe una tercera cripta, aún por descubrir, que se situaría fuera de las lindes actuales del templo, lo que confirmaría las hipótesis de que el edificio religioso que le antecedió tuvo unas dimensiones superiores a las que presenta hoy en día la iglesia.

Precisamente esta falta de datos fehacientes es la que llevó a la Asociación Iliplense 'Ateneo Cultural Arbonaida' a intentar indagar en la historia de Niebla, a desentrañar esos pasajes olvidados o descubrir esos legajos que permitan reconstruir el patrimonio municipal.

Asimismo, uno de los ámbitos de investigación que quiere desarrollan la recién alumbrada entidad es conocer las personas que pudieron ser enterradas en dichos nichos para, posteriormente, poder realizar una radiografía de estos personajes que podrían haber jugado un papel relevante en la historia del Condado. Una afirmación nada baladí y que se sustenta en el hecho de que en aquellos tiempos fueron nobles, ciudadanos de alta alcurnia o altos representantes eclesiásticos quienes tuvieron los recursos económicos que eran exigidos para poder hacer frente al canon que les abría las puertas para que sus huesos fueran albergados bajo todo un templo cristiano.

El presidente de la citada asociación iliplense, Juan Ramón Barrera, asegura ser consciente de la dificultad que entraña materializar tales objetivos, si bien afirma que han comenzado a mover los resortes institucionales para involucrar a las administraciones y despejar las incógnitas del 'grial' iliplense.

Para más inri, a lo largo de los años han corrido siempre rumores de que bajo el subsuelo pueden hallarse catacumbas que habrían sido nicho de romanos. Sin embargo, el hecho de que los enterramientos no fuesen bajo tierra, sino en nichos, descartaría la antigüedad romana. En este sentido, Castillo recuerda que "los enterramientos más antiguos hallados en el municipio Condal se encontraron bajo la iglesia de San Martín, y que datarían de la época almohade".

Precisamente con objeto de ahondar en el legado arquitectónico de Niebla y con motivo de las Jornadas Conmemorativas del V Centenario del 'Saco' de 1508, varios doctores en Historia analizaron tales acontecimientos históricos e igualmente aprovecharon para discernir los orígenes de la iglesia de Santa María. En estas tertulias, los expertos pusieron de relieve las dificultades para datar su antigüedad, con la existencia de dos hipótesis: la primera de ellas fija la fecha de su construcción a final del siglo XII, mientras que la otra habla del X, en plena época califal.

Ambas teorías cuentan con argumentos profundamente cimentados y difícilmente rebatibles. Si bien como incide Pelayo sería la elaboración de un estudio pormenorizado lo que podría revelar nuevos datos que arrojen luz a estas teorías.

También considera que se podría profundizar en la investigación "extrayendo información de las únicas intervenciones que hasta el momento se han realizado en el subsuelo de la iglesia, las del arquitecto sevillano Rafael Manzano Martos".

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