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Antonio Sanz: “Queremos que el acuerdo por Doñana se ponga en marcha inmediatamente”

El consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz.

El consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz. / H.I. (Huelva)

Ha liderado las negociaciones por parte de la Junta de Andalucía para conseguir un acuerdo histórico con el Gobierno sobre Doñana en unos tiempos nada propicios para ello. Una, de las mil tareas que tiene encomendada este político de larga trayectoria, disponible siempre allí donde lo ha necesitado su partido. Ahora le queda otro reto, ejecutar un acuerdo muy complejo técnicamente y con muchos intereses encontrados en la comarca. No será fácil.

–En estos tiempos es raro ver un acuerdo entre administraciones de distinto signo político. ¿Ha sido complicado?

–Los negociadores teníamos un mandato del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y de la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Ribera. Sabíamos y éramos muy conscientes de la voluntad clara y decidida de alcanzar un acuerdo, lo que pasa es que el acuerdo tiene características que lo hacen aún más difícil, complejo e histórico, porque va mucho más allá de los debates previos que se suscitaron entorno a la ley, a los agricultores y al uso del agua ya que finalmente afecta de forma mucho más amplia a todo el ámbito socioeconómico del entorno natural de Doñana. Además, incluye no sólo los cinco municipios afectados por la actividad agraria del Plan de la Corona Norte de Doñana sino que se amplía a 14 municipios. 

– ¿Ha pensado en algún momento que se podía romper la negociación?

–Ha habido una gran complejidad técnica y jurídica de alcanzar una propuesta que no tuviera choque ni con normativas europeas, ni estatales ni autonómicas. Hubo momentos de la negociación en los que fue francamente difícil encontrar los encajes jurídicos y la viabilidad de muchas de las propuestas, muchas iniciativas que se plantearon y se pusieron encima de la mesa quedaron desechadas por su complejidad jurídica.

Finalmente se fue avanzando aunque la complejidad es de tal magnitud que hasta la última semana no se llegó a avanzar realmente en propuestas que tuvieran una viabilidad jurídica y técnica segura y de hecho el impulso definitivo al acuerdo se alcanza la última semana. A partir especialmente del martes, y el acuerdo se alcanza el jueves, luego se negocia con los agricultores el jueves por la tarde y el viernes. Nosotros nunca hubiésemos acordado nada si no llega a ser por la viabilidad que acordáramos con los agricultores.

No sólo era negociar con las administraciones sino negociar con todas las partes porque una de las novedades importantes del acuerdo es haber abierto las propuestas a todos los sectores. Nos hemos reunido con empresarios, con agricultores, con ecologistas, con entidades sociales, con representantes de los trabajadores, con cooperativas, con comunidades de regantes, con ayuntamientos… para hacer un paquete que englobara todas las propuestas y sensibilidades que nos plantearan. Eso es lo que ha motivado que un mes no ha sido tiempo suficiente para alcanzar los acuerdos.

–¿Cómo ha podido afectar la situación política en España?

–Uno de los éxitos es la capacidad trasladada por el presidente de la Junta y la vicepresidenta del Gobierno a los negociadores de que se encapsulara esta negociación más allá de lo que representan los vaivenes de ámbito político, especialmente nacional o las relaciones entre las administraciones afectadas por la Investidura. Siempre hemos trabajado encapsulados para no vernos afectados aunque, sin embargo, el avance real se produjo en la última semana, en los últimos días.

–La condición que puso el presidente Juanma Moreno fue que los agricultores estuviesen de acuerdo y lo están por unanimidad, pero aseguran que han tenido que ceder mucho

.–Lo que se trata es de solucionar un problema que existía, lo que se ha tratado de buscar es otras alternativas. Yo creo que el acuerdo alcanzado conlleva un refuerzo incluso más allá de lo que inicialmente se planteaba. No se trataba de plantear un mero cese de actividad y ser compensados, se trataba de buscar una medida que además supusiera un fortalecimiento desde el punto de vista natural o forestal del espacio natural, una mayor aportación de naturaleza y de masa forestal al entorno de Doñana, con una reducción de la sobrecarga del uso de agua que en el entorno también existe y el planteamiento de soluciones para alternativas de cultivos como puede ser el de secano o la agricultura ecológica. Creo que lo que se ha dado es solución a un problema que estaba enquistado y que cualquier otra administración había sido incapaz de encontrar una solución.

–Tiene algún dato ya sobre cuál es la opción que van a elegir los agricultores, reforestación, secano, agricultura ecológica…

–Creo que en una gran parte será reforestación y eso dará oportunidad a otras medidas. Es importante destacar el acuerdo que se ha alcanzado para la garantía de los controles existentes. La ayuda es de 10.000 euros por hectárea por año y lógicamente tiene que haber una garantía de reforestación. Se ha planteado fórmulas de anticipación como la anticipación de los cinco años que hemos propuesto, siempre vinculado a la garantía del cumplimiento de naturalización de los terrenos.

–A partir de ahora cómo se va a desarrollar el ‘Acuerdo por Doñana’, ¿va a haber un equipo de coordinación? ¿Cada cuánto tiempo se va a reunir? 

–El día 15 de diciembre acaba el periodo de información pública al que se ha sometido el acuerdo y vamos a trabajar en una comisión de seguimiento en el que participarán por parte de la Junta de Andalucía tres consejerías, Fomento, Agricultura y Sostenibilidad, porque es una cuestión también de ordenación del territorio y, por otro lado, vamos a crear una oficina técnica en la provincia de Huelva, que se va a ubicar en la Delegación del Gobierno, que será la encargada de la relación entre los agricultores y la administración para la gestión de las ayudas para la reforestación. Hemos querido que esté ubicada en Huelva para facilitar el acceso a la información.

–En los 1.400 millones de euros se engloban muchas partidas que afectan de forma indirecta a Doñana, ¿Se van a ejecutar todas en ese horizonte hasta 2027? ¿Cuándo se van a poder empezar a ver los primeros resultados?

–Hay todo tipo de medidas. 251 millones para agricultura y ganadería, diversificación de la producción o mejorar la comercialización. Luego está el paquete de medidas ambientales, la adquisición de la finca de Veta La Palma en la que se van a plantear medidas para mejorar la situación hídrica de la zona porque el 60% de las aves que se posan en el entorno lo hacen allí. Medidas de ayudas a la industria y proyectos que van a desarrollar los ayuntamientos con la aportación económica. Mejorar las condiciones de vida de los temporeros o mejorar la marca Doñana. Nuestra intención es que todo eso se ponga en marcha inmediatamente. Va a haber un impulso a obras hidráulicas de depuración y abastecimiento y de embalse, que van a suponer 335 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía. En el caso del Gobierno se ha establecido un calendario de ejecución de obras hidráulicas para solventar el déficit hídrico y las necesidades de agua no sólo de este entorno sino de la provincia de Huelva en general.

–¿Puede no ser suficiente este acuerdo para que Doñana tenga agua? El presidente Juanma Moreno ha anunciado un cuarto decreto contra la sequía.

–El deseo es que llueva pero debemos tener claro que el problema de la sequía en Andalucía, y especialmente lo que representa el entorno de Doñana, se trata de un problema estructural que tenemos que darle una solución. Llueva o no llueva las obras hay que hacerlas porque no podemos estar al albur de periodos de sequía que cada cinco, seis o siete años se producen Estoy convencido de que si se impulsan todas las obras que están planteadas el avance hídrico va a representar una garantía de recurso de agua para la zona.

–¿Debería la Unión Europea aportar fondos extraordinarios para mantener el equilibrio entre conservación de un espacio como Doñana y la diversificación económica?

–El espíritu del ‘Acuerdo por Doñana’ debe ser valorado en Europa y en la UNESCO de manera muy satisfactoria como un modelo de apuesta decidida y clara por la protección del medioambiente y estrategia de blindaje de nuestra joya natural que es Doñana.

Nosotros hemos reclamado a la Unión Europea una consideración de zona de Especial Afectación por el Cambio Climático, lo que pedimos a Europa es un reconocimiento de una singularidad en materia de cambio climático y sequía dado que han definido a Andalucía como la más afectada y de mayor riesgo. No sólo son fondos superiores, que evidentemente los reclamamos, sino la posibilidad de reformular fondos europeos actuales que están derivados a otros sectores para poderlos vincular a obras en materia hídrica.

–¿Cree que definitivamente habrá llegado la paz a Doñana?

–El Gobierno de Juanma Moreno es el Gobierno del diálogo y de las soluciones y en este acuerdo ganamos todos y nadie pierde. Es llamativo que no haya nadie que haya salido en contra del acuerdo aunque podamos tener matices. Es un acuerdo histórico y el espíritu de Doñana es un ejemplo para seguir en la manera de relacionarse las administraciones en este país. Ojalá tome buena nota el Gobierno de la Nación para avanzar en otras cosas. Creo que se ha demostrado que en España es posible solucionar los problemas si se quiere, y la primera ventana que ha abierto el Gobierno la hemos aprovechado. Esto es mucho más positivo que el desencuentro o la bronca. Como decía el presidente, “bien está lo que bien acaba”, olvidemos lo que ha ocurrido con anterioridad y pensemos en el futuro. Es una lección que debe servir a todos, aprender que el diálogo es mejor camino que la confrontación. Nosotros desde el minuto uno estuvimos reclamando diálogo al Gobierno de España y, lamentablemente, ese diálogo sólo llegó 48 horas antes de aprobarse definitivamente la ley. Nos hubiera gustado que hubiese venido antes, pero como digo, nunca es tarde si la dicha es buena.

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