La A-483, un acceso más fácil a la aldea

La carretera de Almonte-El Rocío ha cumplido cincuenta años. La A-483 se construyó en 1958, año en que los rocieros disfrutaron por primera vez de una mejor y más fácil acceso a la aldea para aquella romería de hace cincuenta años, con un firma más consistente. Esta vía se consideró entonces importante por razones culturales, económicas o sociales, motivo por el que se llevó acabo el trazado y se puso en servicio públicos, aunque no se asfaltó hasta 1966, autorizando su uso a todo tipo de vehículos motorizados incluyendo los turismos. Las obras de mejora continúan, con la nueva variante que comenzará a construirse en breve.

La construcción de esta carretera constituyó una puerta que abrió el Rocío al mundo y repercutió en el núcleo almonteño, que experimentó un crecimiento en todos los órdenes: afluencia cada vez mayor de visitantes a la Romería y durante todo el año, hasta llegar al más del millón de personas en Pentecostés y en torno a cuatro millones de visitas anuales; construcción del actual Santuario, aumento del número de hermandades filiales o el crecimiento del número de edificaciones, entre otros.

Las mejoras y ampliaciones han continuado desde su creación. Así tendrá una variante a la altura de la aldea gracias a las obras que en breve la Consejería de Obras Públicas comenzará a ejecutar, y que cuentan con un presupuesto de 10,1 millones de euros. La actuación, que desviará el tráfico de la A-483 de forma que no se pase por la aldea para evitar el tráfico denso en épocas concurridas, ya está adjudicada. El primer tramo en el que se intervendrá será el de la carretera que une Almonte con Matalascañas, punto de retenciones. El alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha asegurado que cuando comiencen las obras se formará la Mesa de la Sostenibilidad para colaborar con la protección del medio ambiente.