¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
La nueva España flemática
El pasado fin de semana Feijóo reunió a los suyos en Murcia y, junto a sus presidentes autonómicos, realizó una propuesta para solucionar el “problema” de la inmigración. De momento es llamativo que la derecha española vea la inmigración como un problema y no como un reto.
Esta propuesta recogía entre otras ocurrencias la creación de un visado por puntos que permitiría a los migrantes obtener un permiso de residencia. La iniciativa del PP tiene en cuenta al menos seis factores a la hora de puntuar: formación, experiencia, idioma, edad, cobertura de ocupaciones con escasez de mano de obra autóctona y vínculos con el país de acogida. Además, el plan incluye una preferencia por los extranjeros que conozcan “mejor nuestra cultura” y, por tanto, tengan “mayor capacidad de integración”.
O sea obtendrían puntos aquellos migrantes que hablen castellano, que tengan estudios, que quieran realizar los trabajos que no quiere nadie, que no sean muy viejos y que se integren en nuestra cultura. ¿Qué integración? ¿La de arrojar cabras desde campanarios? ¿La de embolar los cuernos del toro con teas ardiendo o la de maltratrar con picas, banderillas, rejones, descabellos y estocadas al toro de lidia?
¿O hablamos de la integración machista de la pata quebrada y en casa, de la picaresca del dinero negro? ¿Tal vez Feijóo y sus acólitos se refieran a la cultura del pecado, de la resignación cristiana, del siempre ha habido pobres o del algo habrá hecho? ¿Quizás estén pensando en la tradición del paredón y las fosas comunes? ¿Y qué pasa con los nativos que profesan otra religión que no es la católica, con los ateos, con los que no aman tradiciones como la Semana Santa, el Rocío o las borracheras?
Incluso la propuesta habla de expulsar a los migrantes que delincan. Digo yo que eso será después de haber sido juzgados y condenados. Antes de la deportación sería conveniente que cumplieran condena como ya ocurre en este país con todos los delincuentes. Bueno no con todos, con los delincuentes pobres. La propuesta es una propuesta racista y xenófoba, se mire como se mire. La inmigración es una oportunidad de convivencia, de intercambio y crecimiento cultural, de mestizaje, de abrazo y de solidaridad...
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