Los valores de la juventud

Se habla de la falta de valores en las nuevas generaciones y no se debería generalizar, ya que hay jóvenes y adolescentes que sí que tienen valores y sus actos así lo demuestran y aparte muestran una gran sensibilidad con el colectivo de mayores, empatizan con ellos, lo que es digno de admirar y agradecer, una actitud que seguramente puede derivar de su estrecha relación con sus respectivos abuelos, el tiempo que han pasado en su niñez y siguen pasando con ellos debido a las profesiones de sus progenitores.

Los abuelos se vuelcan con sus nietos, se encargan de ellos mientras sus padres trabajan. Entre nietos y abuelos se crea un fuerte vínculo y cuando van creciendo se genera en los primeros, por una parte, una gran admiración y cariño por sus mayores y, por otra, un afán de protección hacia ellos, y estos jóvenes no dudan en ayudar a toda aquella persona mayor que se encuentra en apuros. Fui testigo directo este Viernes Santo, un grupo de jóvenes acudió rápido a socorrer a una mujer de la tercera edad que repentinamente se cayó al suelo, al resbalar por el acerado de la avenida Manuel Siurot.

La acompañante de la señora no era capaz de levantarla, aunque lo intentó desesperadamente, y ella sola no podía hacerlo, y los chavales, que la vieron tirada en el suelo, se dirigieron hacia ella para ayudarle a levantarse, e incluso una chica, que iba en el grupo, la cogió con cuidado por uno de los brazos y la condujeron, junto a la acompañante, hasta un banco que había frente al Colegio Montessori, mientras le preguntaban si se había hecho algo o si le dolía alguna parte del cuerpo.

Conforme se iban acercando al banco, la señora muy agradecida y ya un poco restablecida de la caída les dijo que siguieran su camino, que no se preocupasen por ella, que estaba bien. Una vez sentada en el banco, les siguió con la mirada mientras ellos se alejaban. Permaneció sentada durante un buen rato en el banco para reponerse, tras lo cual, no dudó, en dirigirse al centro de la ciudad, tal y como había programado, para ver las salidas procesionales de las hermandades del Viernes Santo, sus nietos salían en una de ellas.

Los jóvenes hicieron su buena acción del día y mostraron sus valores, aquellos inculcados por sus familias, y su valía como personas. Sirva este artículo como homenaje a todos ellos. La señora mayor y su acompañante, denlo por hecho, no olvidarán nunca su gesto.