
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Rictus de tormento
Papas con choco
El pasado 10 de junio se cumplieron dos años de la primera aparición en este espacio de éste que les escribe habitualmente cada sábado. Y desde ese día hasta hoy, quitando la ubicación de celebración de las Fiestas Colombinas, poco o, más bien nada, ha cambiado en nuestro panorama.
Por mencionar algunas que ustedes ya bien conocen, comenzamos con temperaturas veraniegas y cerramos un puente, volviendo las retenciones habituales en la ciudad para salir de ésta hacia las playas, y las segundas residencias veraniegas. Seguimos también, asumiendo con total normalidad la total imparcialidad del reparto de carriles en la A-49 parcheada, la totalidad de fines de semana entre los meses de mayo a septiembre. Y seguimos disfrutando de nuestras maravillosas conexiones de tren... y sus averías constantes.
Pero, bueno, se avecinan elecciones y pronto presenciaremos más promesas que la Hermandad del Rocío de Villamanrique. No me tachen de pesimista, pero es nuestra realidad. En el caso de haber cambiado algo, desafortunadamente, ese cambio ha sido para peor. A los hechos me remito, pues ahora resulta, según mi querido amigo presidente de la Junta de Andalucía que La Cartuja es el trozo de suelo español más americano que hay, y es el lugar donde se fraguó el encuentro de dos mundos hace más de 500 años. ¡Como lo oyen!
Vaya, que Colón, antes de subirse a bordo de la Santa María para realizar su aventura, se pasó a rezar por calle Pureza y se tomó dos cruzcampos en una tasca de la calle Betis. Pero lo mejor de todo es que no he oído nada al respecto: ni nadie invitando a la corrección o insinuando disculpas del error mayúsculo de su presidente.
Es más, dado que el hecho ha sido tan reciente, resulta que nos visita el presidente con motivo de nuestra Romería universal, y le recibimos con honores y le imponemos una medalla, de la Hermandad de Huelva. ¡Arte!
Pero como si nada, una vez más pasamos página, sin más, y anunciamos a bombo y platillo que en agosto traemos a Melody. Ya está todo arreglao.
No tenemos remedio. Le pese a quien le pese, y para el reclamo de una clase política y de diferentes instituciones, que ni nos dan ni nos defienden, por siempre nos quedará nuestra gamba blanca y el jamón, regado de nuestro vino del Condado. Y el choco, para que así nunca nos falten estas papas con choco para todos ustedes.
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