Reconfigurar la movilidad

No hace tanto que han terminado la obra de la Plaza de la Merced. Justo delante hicieron un carril bici. Exactamente 40 metros de carril bici. Sin continuidad. En esta ciudad, desde siempre, el carril bici ha sido muy gracioso. No hay más que intentar ciclar el carril de la avenida Andalucía, desesperante hasta decir basta. O aventurarse en el tramo de Rubén Darío, y tratar de salir con vida. O adentrarse en los no-carriles bicis de la zona centro. En definitiva: una sucesión de malas decisiones, de ausencia de planificación y sobre todo: nula voluntad política por fomentar la movilidad no motorizada en esta ciudad.

Esta ciudad nuestra sería perfecta para moverse en bicis, o en otros vehículos de bajo impacto, a poco que tuviéramos infraestructuras. Puedes llegar al centro, desde los barrios más alejados, en menos de 15 minutos. Apenas hay cuestas significativas y tiene un tráfico relativamente tranquilo. Así que gran parte de los desplazamientos podrían hacerse en bicicleta.

Supongo que hay muchas bicicletas aparcadas en los trasteros, de personas que tal vez lo intentaron, pero se aburrieron o encontraron demasiadas trabas, no sé. Bicis regaladas que no llegaron a pisar la calle. Mucha bici en desuso. Pero si todas esas bicis sustituyeran, un día cualquiera, a los vehículos, muchos de ellos con una solo ocupante, el impacto en el tráfico sería enorme: menos humo, más espacio para el peatón, menos ruido. Sin duda una ciudad mejor.

Luego están los carriles que rodean nuestra ciudad, o que la conectan con otros municipios: hacia la costa, hacia Palos o Moguer, hacia Gibraleón… carriles en los que suele invertirse últimamente, aunque con un nefasto mantenimiento, y que adolecen de conexión con los carriles internos.

Así que ahí seguimos: anclados en una ciudad llena de coches, sin alternativas reales de movilidad. Ni siquiera la llegada masiva de los patinetes y otros vehículos eléctricos de bajo impacto están logrando reconfigurar la ciudad significativamente. Necesitamos, cuanto antes, que un 50% de la calzada que ahora ocupan los coches pase a ser carril multimodal, de manera que sea sencillo y ágil usar el patinete o la bici.